Ma. Teresa Verastegui Nieto
Don Paulo Verastegui Isusi preocupado por los problemas referentes a la educación fue tomado en cuenta por la Compañía Lancasteriana de México la más antigua de las corporaciones dedicada al fomento de la enseñanza popular, creada después de la Consumación de nuestra Independencia, para otorgarle un diploma por sus virtudes, talento y empeño por los adelantos y mejoras de la Educación Pública.
Ana María de la Vara Fernández y Paulo tuvieron dos hijos,
Paulo Antonio Pascual, que nació el año de 1817 en la hacienda de San Diego, y
María de Jesús, que nació más o menos en 1820 (1).
Entrado en años, don Paulo María le es otorgada la jubilación
por el entonces presidente de México, don Guadalupe Victoria, con un documento
que dice “En atención al mérito y servicios, ya que no se halla en disposición
de continuar en la carrera de las armas, se le concedió el retiro por veinte
años de haber servido; los cuales le corresponden conforme a reglamento”.
Un tiempo después, murió Ana María y por el año de 1835 muere Don Paulo María Verastegui Isusi, dejando huérfanos a sus hijos, quedando cómo su albacea, tutor, curador y administrador de sus bienes su tío Joaquín José, quien era dueño de la Hacienda del Jabalí.
Don Joaquín tomó como ayudante y administrador de las fincas
y de los cuantiosos
bienes que les quedaron a los infantes, a un vecino del
pueblo de Rioverde, llamado Don Roberto García, hombre de 36 años de edad,
activo y por demás inteligente. (2).
A Paulo Antonio II Verastegui de la Vara, caballero de antiguo Linaje Vizcaíno le gustaban las letras, y fue así pues que estudió la carrera de leyes, habiéndose graduado en la facultad de Jurisprudencia de la Universidad de México. (3).
El 2 de marzo de 1845 se casó con Andrea Ruiz de Bustamante
quien provenía también de una de las ramas de la familia Barragán, del Valle
del Maíz. Era descendiente del segundo matrimonio de Felipe Barragán, con María
Faustina Ortiz de Zárate.
Bibliografía:
1.- Banzant
cinco haciendas
2.- Historia y genero ensayo de Lourdes Uribe
3.- La vieja hacienda de San Diego Octaviano
Cabrera Ipiña
Fotografia: Lic. Elena Rodriguez de la Tejera
Atte. R2D2
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