El Museo Regional de Rioverde, S.L.P., está ubicado en un
inmueble construido a principios del siglo XX, el cual fun-cionó como casa
habitación y posteriormente como escuela de música para finalmente ser adaptado
como museo en 1997, se encuentra localizado en la calle Mariano
Matamoros 143.
En este histórico lugar han ocurrido algunos sucesos
extraordinarios desde que se inició el trabajo de restauración del inmueble,
misteriosamente empezaron a ocurrir cosas extrañas que poco a poco se hicieron
más frecuentes, sucediéndole esto a diferentes personas que se encontraban ahí
trabajando durante el día.
Entre estos enigmáticos sucesos podemos mencionar lo
siguiente: algunas personas al pasar a través de la puerta de la primera
habitación a la segunda, sienten un escalofrío que recorre su piel provocado
por un ligero y frio vientecillo que les pega en la nuca, pero al voltear a ver
de dónde procede solo ven que todo se encuentra en completa calma.
A las mujeres les pasa algo más que el vientecillo frio,
repentinamente sienten que una mano o algo las nalguea, al voltear a ver quién
les ha hecho esa travesura no ven absolutamente a nadie cerca de ellas, como
estos hechos han ocurrido de día las mujeres se sorprenden al sentir la
nalgada, pero no se espantan tanto como si fuera en la oscuridad de la noche
porque casi siempre hay más personas cercanas a algunos metros de distancia,
pero lo suficientemente alejadas como para que ellas pudieran tocarlas, algunas
piensan que a lo mejor se lo imaginaron y no lo comentan en ese momento, pero
si más tarde. Al pasar el tiempo las nalgadas se han hecho más frecuentes, pero
les ocurre exclusivamente a las mujeres.
Elenita Rodríguez de la Tejera, quien colabora en el museo,
también ha recibido sus respectivas nalgadas. Ella le comentó cierto día al Director del Museo que ya le había sucedido este fenómeno en otras ocasiones,
él por su parte no creyó lo que le decía argumentando que a él no le había
pasado nada, que incluso a veces después de algún evento nocturno se quedaba
solo hasta muy noche a cerrar el museo y que él nunca ha visto o sentido nada
extraño.
Como ya eran varias mujeres las que le comentaron lo
sucedido al Director, "El Güero" (así le llamamos los amigos a Adolfo Martínez
Ibarra) pensó que a la mejor si sucedía algo extraño allí, pero que él no podía
afirmarlo ni negarlo.
En ese lugar hay un árbol de mango en el primer patio y los
frutos cuando ya están maduros caen al piso o al tejado; si caen al rejado,
ruedan y aterrizan en el piso del patio.
En cierta ocasión, en el año 2008,
sucedió algo espeluznante: se encontraban unas visitas en el museo platicando
con un guía cuando de pronto se escuchó que cayó un mango al tejado, se fue
rodando hasta caer en el piso, en medio del patio; extrañamente, después de
caer y girando sobre su propio eje avanzó por el corredor para luego atravesar
la segunda puerta que corresponde a la primera sala del museo y se detuvo justo
en el centro de la habitación.
El mango llegó hasta la mitad del cuarto, entre la puerta y
la ventana, pero sin dejar de bailar o moverse, esto llamó la atención de los
visitantes y uno de ellos al ver que el mango no paraba de moverse, sacó su
teléfono celular y empezó a video grabar el movimiento que realizaba esta fruta
sobre sí misma, después de varios minutos de baile, el mango tomó su camino de
retorno hacia el patio y el visitante que grababa, espantado y sintiendo un
fuerte escalofrió por el miedo, dejó de enfocar y grabar alejándose varios
metros del lugar al igual el resto de los allí presentes, incluido El Güero.
Tal vez el lector piense que es un invento el que un mango
pueda moverse y dirigirse solo, pero puede ver la evidencia (video) en YouTube
con el nombre de Museo Re-gional de Rioverde: El mango fantasma o en la
dirección https://www.youtube.com/watch?v=SARO6GNUWCs
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