lunes, 8 de junio de 2015

APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA IGLESIA DE SANTA CATARINA DE ALEJANDRÍA RIOVERDE SLP - Parte 3/5


APUNTES HISTÓRICOS SOBRE LA IGLESIA DE
SANTA CATARINA DE ALEJANDRÍA
RIOVERDE SLP - Parte 3/5

Por José Guillermo Alvarado Orozco.

La sobria fachada es surcada por cuatro pilastras que enmarcan el centro, sobre el arco de acceso, las llaves con báculo y mitra alusivas a San Pedro y, sobre estas, una ventana adintelada que ilumina el coro. Cuatro hornacinas repartidas en los intercolumnios, y otra más en el frontón, albergan santos de piedra estucada del estilo tequitiqui[1]: Catarina de Alejandría, Santa Patrona de la ciudad al centro, en las alturas y, en las de los costados inferiores San José y Santa Bárbara. Se complementan las exornaciones con flores estilizadas, cornisamentos, y el remate de una cruz acantonada en eterno descanso sobre el globo terráqueo.


La puerta principal, de tableros de mezquite, es una joya de ebanistería por sus exquisitos labrados platerescos consistentes en abanicos, guirnaldas y acantos, sabiamente acomodados en un rompecabezas de 52 casetones.


Es seguro que durante el auge constructivo de mediados del 800 se haya levantado la airosa torre, en cuyo tercer y último cuerpo se inauguró el reloj público el 19 de septiembre de 1872. Inexorablemente se vino a tierra el 15 de diciembre de 1976, debido a los agrietamientos del campanario y desplome ocasionados por el excesivo peso.



 Este Blog agradece a la Lic. Elena Rodríguez de la Tejera haber compartido estos archivos electrónicos y las fotografías.


[1] Entre los hibridismos culturales surgidas en las manifestaciones artísticas de la Nueva España, figura el realizado por las manos indígenas en obras de tema cristiano.

El poeta y crítico de arte José Moreno Villa -español exiliado en México- bautizó en su libro La Escultura Colonial Mexicana (1942) este estilo como tequitiqui, basándose en el sustrato islámico de España.

Si el arte cristiano de influencia musulmana fue nombrado “mudéjar” (mudechan), dado que significa “tributario” -aplicable a los tributarios musulmanes de los señores cristianos-, Moreno Villa decidió emplear el término equivalente en náhuatl que era la palabra tequitiqui.

Si bien la palabra tequitiqui ha sido aceptada en la historia del arte mexicano y es muy representativa, hay aspectos de la categorización de Moreno Villa que ahora parecen superados como el de considerar que los árabes aportaron sus técnicas y materiales a las construcciones de los cristianos (algo cierto), mientras que en el caso indígena todo se reducía a lo ornamental.

Este punto es discutible, al juzgar con criterios retinianos lo que conlleva más sustancialidad. También es discutible que el tequitiqui sea un “conato de estilo”, pues ahora se le reconoce como un estilo propio.


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