Febrero 8 de 1675.- Los jacales de los indígenas están muy
separados unos de otros; sin calles entre ellos; además de encontrarse muy
alejados del convento y sus tierras tienen acequias “copiosas y abundantes”,
por lo que se pide a los gobernantes Indígenas y al capitán Protector “...que
con toda diligencia y a la mayor brevedad tratasen de vivir y hacer sus jacales
junto al convento y casas de dicho capitán, lo cual prometieron”.
En 1677 Se reúne fuera del templo a los indígenas y a sus
gobernadores, se revisa el estado de la iglesia, así como lo que posee; recorre
el pueblo e insiste que las viviendas se congreguen alrededor del convento.
Febrero 8 de 1987.- Deja de funcionar el último molino de
caña de azúcar en donde se producía el piloncillo, industria de Juan Verástegui
López. A las 10:30 de la mañana el motor, marca Superior de un pistón y de 150
caballos de fuerza, emite su último bufido, como si fuera la última exhalación
de algo que se niega a morir. Las catarinas y los rodillos dejan de crujir y
una tradición centenaria concluye.
Fotografía: Lic. Elena Rodríguez de la Tejera
Atte. R2D2
0 comentarios:
Publicar un comentario