martes, 20 de enero de 2015

ESBOZO DE LA FAMILIA DE LA TEJERA LA VIDA COTIDIANA – 1a. PARTE

Molino de caña de los Tejera
En Plazuela

ESBOZO DE LA FAMILIA DE LA TEJERA

LA VIDA COTIDIANA – 1a. PARTE

El 17 de Febrero de 1870, en la Parroquia de Santa Catarina de Alejandría, don Manuel de la Tejera y Oruña tomó por esposa a la señorita Doña Fermina Navarro y Castro.

Recién casados los señores de la Tejera constituyeron su hogar aquí en Rioverde, en la antigua casa de la Calle Escandón que cedió el sitio a la que actualmente existe marcada con el número 45 y seguía en propiedad de la familia hasta hace muy poco tiempo, en los descendientes de la rama del sexto hijo de don Ismael.

Hacienda de Plazuela

Cuando pasó a mejor vida doña Francisca Castillo, abuela de doña Fermina, se dio término al cabal cumplimiento de la más sentida cláusula del testamento de don Pedro, que pedía que su madre siguiera viviendo en la casa paterna hasta el final de sus días.

 Y fuera tratada con mejor mimo del que él le dispensó en vida. La casa mencionada fue ocupada por don Manuel y su familia, y es la que se localiza, ahora reformada, en la calle de Reyes no. 116 esquina con Escandón.

Destaca entre las de Rioverde por su recia construcción, adornada en sus vanos con frontones triangulares del estilo neoclásico. En el patio existe un pórtico de singular arquitectura, formado con 3 arcos de piedra caliza. En esa época la propiedad se extendía en sus usos de caballerizas, corrales y huerta hasta abarcar los terrenos de la Escuela Preparatoria.

Fam. de la Tejera en la Media Luna

La paz implantada por el gobierno del General Porfirio Días comenzó a dar dividendos con la llegada de capitales y tecnologías extranjeros. Surgiendo en consecuencia una incipiente prosperidad en todas las ramas de la economía. 

Fue entonces cuando don Manuel tuvo la visión para ampliar su hacienda, y comenzó por enajenar un agostadero llamado “La Gavia” que tenía en la Huasteca, para adquirir tierras del Huizachal; después reintegró a Plazuela las fracciones de sus cuñadas y compró a don Gonzalo Verástegui Prunier la hacienda vecina de Obrajero. 

Parte de la Hacienda

y de esta manera globalizó una propiedad de 4,438.37 hectáreas, que incluía la infraestructura de 3 molinos de caña el sistema de riego de los manantiales de Las Peñitas, La Morita, El Caracol y las acequias que rodan el agua de la Media Luna.

La vida de los Tejera – Navarro transcurrió plácida  en el buen ambiente que se dio en el porfiriato. Para romper monotonías acostumbraban pasar temporadas tanto en Rioverde como en Plazuela; basta saber que en la hacienda nacieron cinco de los once hijos.

JOSE GUILLERMO ALVARADO OROZCO

EDICIÓN ESPECIAL, EL SOL DE SAN LUIS, RIOVERDE, SLP, 1º. JULIO DE 1996




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