Los migrantes japoneses en México de finales del siglo XIX vivieron condiciones de pobreza que los impulsaría a participar en la guerra civil mexicana.
Las
relaciones entre el país azteca y el nipón vienen desde 1893 año en el que se
firmó un acuerdo migratorio entre los dos países para solventar el problema de
sobrepoblación en Japón y establecer una colonia en el Soconusco, Chiapas de
japoneses que llegaron en 1897. Este primer intento se vio en dificultades por
la joven edad de los migrantes y la situación adversa para la cosecha.
Sin embargo,
la semilla de los japoneses en México había sido plantada y al igual que muchos
mexicanos, los japoneses al ser aceptados como mano de obra durante el
porfiriato, conocieron de primera mano las injusticias del trabajo en México.
Por este motivo se unieron varios a la causa revolucionaria.
Así lo vivió
Kingo Nonaka, el celebre samurái de la División del Norte. Llegó junto con su
tío en 1906 a Salina Cruz donde trabajó en las cosechas de caña y vivió bajo
duras condiciones junto con otros 1000 japoneses y 500 mexicanos. Después
migraría hacia Ciudad Juárez, Chihuahua, para llegar a los estados Unidos.
Nonaka tras
aprender enfermería recibiría el título para laborar en ese campo. Su
participación en la guerra inició cuando atendió a Francisco I. Madero en su
hacienda tras ser herido por varios balazos en un enfrentamiento. Se uniría a
la División del Norte después de la Decena Trágica y es el caso más famoso de
los japoneses en la Revolución.
Gracias a Eufemio Lopez por compartirme este Link, para mayor informacion aqui se los voy a dejar:
https://www.infobae.com/america/mexico/2021/12/06/por-que-unos-japoneses-participaron-en-la-revolucion-mexicana/?fbclid=IwAR3bC9ZnxadzS8qblMyL_6nFSkkACi7xsMMOcip69oXjvz0BSOIziBh6ZzQ
Atte. R2D2
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