Parte del casco de la hacienda
En el año de 1730 aproximadamente, el Capitán de mar y tierra de los reales
ejércitos de su majestad, Don Bernardo
Lasso de la Vega y Ponce de León, compro la estancia de Nuestra señora del
Rosario y poco a poco las propiedades colindantes, formando con ellas la
Hacienda que más tarde llevo el nombre de el Jabalí, quedando dentro de su
perímetro el manantial de “La Media Luna”.
Antigua fábrica
de aguardiente
El anterior propietario no utilizaba el agua de la Media Luna, porque
dedicaban las tierras a la cría de animales, pero no cultivaban nada.
Pero al pasar a manos de Don Bernardo, el si abrió las tierras al cultivo y
utilizo el agua del manantial para regar una plantación de azúcar, siendo él
quien introdujo al valle ese cultivo.
Chimeneas del molino
El agua del manantial fue mercedada por el virrey Don Juan de
Acuña Marqués de Casa Fuerte, mas tomando en consideración que el agua venia
del lugar considerado de propiedad particular, o sea de la estancia de nuestra
señora del Rosario, el Virrey dispuso que las aguas se repartieran
equitativamente entre el dueño de la estancia (ya era de Don Bernardo), los
vecinos de la Villa del Dulce Nombre y los indios de Rioverde.
Foto Antigua
jardinera
Don Bernardo construyo una parte de la casa que existe ahora, siendo
agrandada después de su muerte por su hija única, casa que se termino, según se
leía sobre la puerta de entrada: año del Señor de 1810.
Antigua maquinaria del molino de caña
Actualmente
en exposición en la placita de El Jabalí
Este Blog agradece a la Lic.
Elena Rodríguez de la Tejera por los datos aquí vertidos y las excelentes fotografías aquí expuestas.
No vi la jardinera.
ResponderEliminarPues ahi estaba
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