Ma. Teresa Verastegui Nieto
Después de hablar un poco sobre los rasgos de José María
Verastegui Suarez, regreso para hablar su primer hijo Epitacio Verastegui Azua
que tuvo con Petra Azúa, quien en el año de 1862 contrajo matrimonio en Santa
Catarina de Alejandría con una señorita llamada Librada Méndez
desafortunadamente murió al dar a luz a una niña, la que también murió.
Viudo Epitacio se casó con doña Loreto Cabrera Olvera,
originaria de Vernal Querétaro, él se encontraba delicado de salud y preocupado
por su enfermedad se dispuso hacer su memoria testamentaria para hablar en ella
de las circunstancias en que dejaba sus intereses.
Esta la redactó frente a juez de distrito en el Rancho de su
propiedad llamado la Trinidad de San Ciro de Acosta S.L.P. en el año de 1886.
La cuál me pareció interesante incluir en este escrito:
Memoria Testamentaria otorgada en documento privado que hace
don Epitacio Verástegui por encontrarse enfermo de gravedad: “En el nombre de
Dios Todopoderoso y de la Inmaculada siempre Virgen María concebida en gracia
sin la culpa original amén. Yo, de 51 años de edad, estando gravemente enfermo
de una enfermedad que Dios Nuestro señor se ha servido enviarme, pero estando
en mi entero juicio cabal, razón y conocimiento necesario, he dispuesto hacer
esta memoria testamentaria para poner en ella la circunstancia en que dejo mis
intereses”.
Declaro que encontrándome casado en segundas nupcias cómo ya
he dicho, hubo por sucesión por legítimo matrimonio 10 hijos de los cuales
murieron dos y viven ocho que son los siguientes: Virginia Verastegui Cabrera
Olvera de diez y siete años de edad, Ramón de diez y seis, Ofelia, María
Catalina de quince años, José Isauro de trece años, José Odilón de diez, María
Luisa de seis años, María Sara de tres, y María Trinidad de nueve meses.
Declaró que mi esposa, María Loreto Cabrera, trajo a la
Sociedad Conyugal intereses que constan en su hijuela, estando sacado su
importe en terreno de este rancho llamado “Tierras del montero” de la cuál
posee mi esposa los correspondientes documentos y guarda en su poder.
Declaro que, en mi primer matrimonio, aunque hubo sucesión,
mis hijos murieron tiernos y enseguida la madre, sin haber habido negociación
de intereses que figuren en la sociedad de aquel matrimonio.
Declaro que soy propietario de: y hace mención de los bienes
que posee. Además, declaro que debo a varias personas, que consta en la lista
agregada en el testamento y no recuerdo deber a otros individuos.
No pasó mucho tiempo cuando el día 19 de marzo de 1886
compareció el Sr. Esteban M. Beltrán y dijo que a las 7 de la noche del día de ayer
en el rancho del Tepeguaje don Epitacio Verástegui de 51 años de edad falleció
de tisis pulmonar.
Esta memoria testamentaria me fue posible leerla gracias a
que se encuentra en el Archivo Histórico de Rioverde en donde amablemente me
fue facilitada.
Fotografía: Lic. Elena Rodríguez de la Tejera
Atte. R2D2
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