NACE LA HACIENDA DE EL
JABALI
1ª. De 2 partes
Por Elena Rodríguez de
la Tejera
En el año de
1730 aproximadamente, el Capitán de mar y tierra de los reales ejércitos de su
majestad, Don Bernardo Lasso de la
Vega y Ponce de León, compro la
estancia de Nuestra señora del Rosario y poco a poco las propiedades
colindantes, formando con ellas la Hacienda que más tarde llevo el nombre de el
Jabalí, quedando dentro de su perímetro el manantial de “La Media Luna”.
El
anterior propietario no utilizaba el agua de la Media Luna, porque dedicaban
las tierras a la cría de animales, pero no cultiva nada.
Al pasar a
manos de Don Bernardo, el si abrió las tierras al cultivo y utilizo el agua del
manantial para regar una plantación de azúcar, siendo él quien introdujo al
valle ese cultivo.
El
agua del manantial fue merced del Virrey Don Juan de Acuña Marqués de Casa
Fuerte, mas tomando en consideración que el agua venia del lugar considerado de
propiedad particular, o sea de la estancia de nuestra señora del Rosario, el
Virrey dispuso que las aguas se repartieran equitativamente entre el dueño de
la estancia (ya era de Don Bernardo), los vecinos de la Villa del Dulce Nombre
y los indios de Rioverde.
Don Bernardo
construyo una parte de la casa que existe ahora, siendo agrandada después de su
muerte por su hija única, Doña Ana Lasso de la Vega y Ponce de León, casada con
el capitán Don Tomas Ramiro de Navarro la casa que se termino, según se leía
sobre la puerta de entrada: año del Señor de 1810.
Doña
Ana construyo la actual capilla, tanto amo ese lugar, que por licencia especial
está sepultada en la capilla, al lado derecho.
Doña Ana de su matrimonio con Don Tomas Ramiro de Navarro, tuvo dos hijos, Don Pedro Tomas y Don Francisco Bernardo Navarro. Fue casada en
segundas nupcias con el coronel Don
Miguel de Ormachea, solo tuvo tres hijas.
La
casa se termino por el mes de abril, y al producirse la guerra de
independencia, llego Herrera, con presos que saco de las cárceles de San Luis
Potosí, y reuniendo a cuanto rufián y desocupado que encontraba, inicio sus
correrías de pillaje que no otra cosa eran, aunque según ellos eran
insurgentes, le toco al Jabalí recibir la visita del atrabiliario Herrera,
saqueo, quemo y dejo a las familias en la más atroz miseria así como a los
habitantes de la Hacienda que no tenían ni que comer.
Hola! acabo de llegar de ahí, tengo fotos de las ruinas, solo que no me dejaron pasar a las que están a lado de la iglesia son las que se ven mas conservadas.
ResponderEliminarEsta mal está leyenda para empezar no se llamaba hacienda el jabali
ResponderEliminarFelicidades a Elenita Rodriguez de la Tejera, por su trabajos históricos.
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