La carrera militar del Gral. Moctezuma
comenzó siendo asistente del entonces alférez Barragán, llegando a alcanzar el
generalato casi al mismo tiempo que su mismo jefe.
Somos muchos los que sabemos que la
mayor parte, sino la totalidad de los militares de esa época, ganaron sus
ascensos combatiendo con furia a los insurgentes y después, al traicionar
Iturbide al gobierno español, la mayoría de ellos se unieron para consumar la
Independencia… cuando ya el triunfo era seguro.
No hay dato de todas las campañas en
que tomó parte Moctezuma, mas lo poco que se sabe de él, es suficiente para
darnos cuenta del notable cambio que sufrió su carácter.
Después del asesinato del Gral.
Guerrero se sublevaron algunos de sus antiguos compañeros; uno de ellos fue el
Gral. Don Juan Álvarez, el famoso luchador suriano, que se levantó en el hoy
estado de Guerrero, contra el gobierno de Bustamante. Por eso entonces
Moctezuma todavía leal a su antiguo jefe, permaneció al lado del gobierno.
No tuvo la suerte de parte de los
vengadores del Gral. Guerrero y después de algunas acciones de guerra poco
importantes, el Gral. Álvarez, Jefe supremo de la insurrección se vio obligado
a capitular. A los jefes que no se sometieron al gobierno, se les tildó de
bandidos y cuadrillas de malhechores, decretando cont5ra ellos su total
exterminio.
Uno de esos jefes, fue don Juan José Collazos,
que tenaz en sus propósitos e incansable en la lucha, no creyó deber seguir el
ejemplo del Gral. Álvarez, y desoyó las insinuaciones de su hermano don Felipe
(acérrimo partidario del gobierno) para que se amnistiara.
Criminal obcecación le pareció al
gobierno jalapista la resistencia de Collazos y envió contra de él al entonces
coronel don Esteban Moctezuma, con orden de batirlos y haberlo a las manos vivo
o muerto.
Collazos pudo burlar por algunos días l activa
persecución de Moctezuma, contando para ello con la práctica y conocimiento de
la Sierra de Acuitzio, (Mich.) que era donde tenía su asiento el jefe
revolucionario.
El 25 de mayo de 1831 se vio alcanzado
por su perseguidor en las lomas del “Comal”. Collazos se arrojó a una profunda
barranca quedando tan gravemente lastimado que ya no pudo continuar la fuga.
Se le sacó de allí con mucha
dificultad y junto con otros prisioneros se les condujo a Pátzcuaro y en
seguida comenzó a instruírsele sumaria.
Antes de llegar a esa población, en
una comunicación fechada en la hacienda de Etucuaro en 28 del mismo mes, se
dirigió a los jefes que eran sus subordinados, ordenándoles que desistieran de
la lucha y se presentaran a Moctezuma, en la inteligencia de que no sufrirían
vejación alguna. Al hacer esto, esperaba que el gobierno tuviera clemencia y
salvaría, al menos la existencia.
Vana esperanza fue aquella. El
gobierno se mostró implacable con el vencido, sus órganos de prensa lo
insultaron de una manera indigna y aún hallaron vituperable que Moctezuma
tratase con generosidad a su prisionero, manteniéndolo en su mismo alojamiento,
sentándolo a su mesa y señalándole dos asistentes para su servicio.
Moctezuma hizo todo lo que pudo a
favor de su prisionero, más no logró nada de aquel gobierno que se significó
por ser débil frente al fuerte, y fuerte frente al débil. Don Juan José
Collados, junto con tres oficiales y un extranjero, fue pasado por las armas en
la ciudad de Pátzcuaro el 11 de julio de 1831.
Este episodio de la historia general
de la República, no da a conocer el cambio experimentado en el carácter de
Moctezuma.
Cuando en enero de 1832 se pronunció
Santa Anna en Veracruz contra el régimen de Bustamante, fue seguido por muchos
descontentos, entre ellos por el Gral. Moctezuma quien era comandante militar
en el puerto de Tampico, el cual se pronunció por el plan de Veracruz, el 19 de
marzo, substrayendo a la obediencia de Bustamante el estado de Tamaulipas,
diciendo: “que por no considerarse capaz de sesoir5 los clamores del pueblo y
guarniciones que se habían puesto a sus órdenes, se pronunciaba por el plan de
Veracruz”.
Era gobernador del Estado el famoso
don Zenón Fernández y de acuerdo con el general don Manuel Mier y Terán,
prepararon sus tropas para batir a Moctezuma, pero entre tanto el gobierno del
centro comisionó a los señores Palomo y Gordoa (de San Luis) para que hablaran
con Moctezuma y lo convencieran de “volver al buen camino”, más sus gestiones
no tuvieron éxito.
El 13 de mayo el Gral. Moctezuma
rechazó el asalto que sobre el puerto de Tampico efectuó el Gral. Mier y Terán,
el que tuvo que retirarse a Villerías con los restos de sus fuerzas.
(Mier y Terán se suicidó en Padilla el
día 3 de julio a las 7 de la mañana. Parece que ya con anterioridad el Gral. Se
encontraba afectado de su sistema nervioso y se cree que el desastre de Tampico
acabó de enloquecerlo, -tomando la descabellada determinación de atravesarse
con su propia espada.)
El día primero de agosto el Gral.
Moctezuma atacó y derrotó en el pozo de los Carmelos (Pazo del Carmen) al
coronel don Pedro Otero, muriendo este en la batalla.
El Gral. Moctezuma apreciaba al
coronel Otero y en medio del combate se dio cuenta de que el jefe rival, estaba
defendiéndose con valentía rodeado de numerosos enemigos, voló en su auxilio,
más su ayuda llegó tarde; pues Otero ya había sucumbido.
Esta victoria hizo caer en manos de
los pronunciados la plaza de San Luis, sin hacer un solo disparo; pues su
gobernador don Zenón, salió como tara por tirante en frenética fuga.
En vista de los descalabros sufridos
el Gral. Anastasio Bustamante tomó para sí la responsabilidad de acabar con la
rebelión y salió en persona sobre los levantados de San Luis.
Se detuvo Bustamante en Querétaro para
esperar el resultado de las negociaciones que se hacían con el Gral. Moctezuma
para conciliar intereses, más como a este le repugnaron las proposiciones que
se le hicieron y lo notificó así a su enemigo, para enseguida ponerse en marcha
para San Miguel de Allende donde entró como a su casa.
Bustamante salió de Querétaro para San
Miguel de Allende el 14 de septiembre, no sin que antes de partir diera la
siguiente proclama: “El ejército de Moctezuma se halla en San Miguel de
Allende. Soldados de la ley, se acerca un día de gloria en que vais a dar a la
República estabilidad y esplendor. Moctezuma viene a presentarnos los laurees
de la victoria preparaos para ceñirlos, persuadidos de que en defensa de la
Constitución y el orden, peleando contra los anarquistas correrá siempre con
vosotros una misma suerte vuestro compañero y amigo – Anastasio Bustamante.
El 16 entró Bustamante al pueblo de
Dolores con el único fin de celebrar en él el aniversario de la proclamación de
la Independencia por don Miguel Hidalgo.
Allí dividió su ejército, muy inferior
en número al de Moctezuma, en tres secciones al mando de los generales Durán,
Amador y Arista.
El 17 se avistaron las fuerzas
enemigas en campo abierto; pues tanto Moctezuma como Bustamante quisieron
evitar en lo posible todo daño a la población.
Moctezuma, cuyas comunicaciones con
San Luis y Zacatecas habían quedado cortadas, dispuso para recobrarlas ocupar
la ventajosa posición del Puerto del Gallinero; pero se adelantó a ello el
Gral. Arista y en las primeras horas del día 18 se rompió el fuego, siguiéndose
reñidísima y sangrienta batalla, la que fue fatal para Moctezuma, quien, según
las partes oficiales perdió entre muertos, heridos y prisioneros, dos mil
ochocientos hombres, 12 cañones, muchas armas y parque.
Dijo el Gral. Bustamante en el parte
que rindió “”Considerando que seguir persiguiendo a los fugitivos habría sido
aumentar el crecido número de muertos que ya habían afectado su corazón,
suspendió el alcance y volvió al campo de batalla para reunir sus tropas”.
El desastre del Puerto del Gallinero
fue vengado por Santa Ana el 1º de octubre, al destrozar en San Agustín del
Palmar a la división de don José Antonio Facio.
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