El capitán Bengoa no estaba preparado
para tal evento y el clásico “albazo” dio el triunfo a los rebeldes habiendo
tenido que huir los realistas rumbo a Ciudad del Maíz, perdiendo dos cañones y
algunos fusiles. El capitán Bengoa resultó herido en el vientre “de un lanzazo
o balazo” según reza el informe.
Siguiendo la costumbre establecida,
los insurrectos saquearon el pueblo y se retiraron a la hacienda del jabalí
para reponerse de las fatigas de la campaña; más no perdieron el tiempo, ya que
dejaron casi en cueros a los propietarios, según manifestó después don Miguel
de Ormaechea, segundo marido de la tatarabuela del que esto escribe.
Los derrotados realistas recibieron
refuerzos que les envió el coronel Arredondo desde Tula y como ya eran 600
hombres más, salieron de Ciudad del Maíz avanzando sobre Rioverde con intención
de vengar muy caro el ultraje recibido.
Cuando los realistas llegaron a
inmediaciones del pueblo fueron informados que desde la antevíspera los
insurgentes habían salido de él, y habían cogido el camino de la Sierra Gorda
donde por lo fragoso de ella era imposible perseguirlos.
El coronel Landaverde que se había
adjudicado el título de gobernador de la Sierra Gorda, fue derrotado y muerto
al quince de abril del mismo año de 1812.
Ex Hacienda del Jabali
El parte que rindió el comandante
Pedro Junco al coronel Arredondo desde Rioverde dice así; “Destacadas nuestras
divisiones desde el valle del Maíz en diversas direcciones para perseguir a los
insurgentes que después del ataque a la Plazuela invadieron a Rio Verde y
volvieron se a Sierra Gorda, continuaban amenazantes y hostilizando la comarca,
recibimos órdenes de su v. s. para que comunicándonos, combináramos las operaciones
con el mayor acierto”.
“Nos trasladamos al rancho de San
Diego, donde supimos de cierto, que se hallaba el cabecilla Landaverde en
compañía de algunas pocos de tres leguas de distancia en una cañada en donde se
habían ocultado con sus cargas.”
“En su solicitud al amanecer del día
15 salió el capitán Montes, con 10 de los patriotas y 30 de la colonia del
Nuevo Santander, y después de haber andado todo el día, al anochecer se
encontraron con el cabecilla, tan cerca, que no tuvo más remedio que echarse
súbitamente por la barranca seguido de seis de armas de fuego, dejando a Tomás
de la Hera, vecino del Real de Tarjea y a José Reyes, (desertor de la Tropa del
Rey) que en su poder se hallaban en clase de presos, el caballo que montaba, ensilladlo
y enfrenado, con sable y pistola.”
En este parte omitió el comandante
Junco, que Landaverde se mató al caer a la barranca y que el desertor fue
fusilado. Con la muerte de Landaverde se cerró el capítulo de acciones de la
guerra de Independencia en Rioverde, pues aún cuando en el último tercio del
año de 1813 merodeaban en sus inmediaciones algunas partidas de insurgentes, el
pueblo no volvió a ser invadido.
Si en este, llamémosle capítulo, se
trató extensamente sobre el lego Herrera fue debido a que, aun que sus primeras
fechorías no tuvieron lugar en Rioverde, se hacía necesario darlo a conocer tal
como era.
Cuando Herrera pasó por Rioverde se
fueron con el algunos indios y un don Antonio Badillo, “mestizo”, originario de
San José del Tapanco, quien después de la derrota del lego en el Valle del Maíz
se presentó a las autoridades militares solicitando perdón, y concedido este,
se retractó ante las autoridades eclesiásticas por aquello de la excomunión)
entonando el “Mea Culpa”, contrito y arrepentido.
Esta retractación existe en el archivo
de la parroquia.
El pueblo siguió dando su
contingente de sangre, mas fue por sostener al gobierno español y no para
sacudir el yugo que pesaba sobre los mexicanos.Hechos de Armas en Rioverde. E.V. por Jose de Jesus Alvarado Orozco
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