Enrique de la Tejera Navarro
El 1 de Noviembre de ese mismo año, don Baldomero de la
Tejera, en calidad de Albacea de la testamentaria de su señor padre, presentó
al Juzgado de Primera Instancia la Cuenta de Liquidación y el Proyecto de
División y Partición de los bienes del caudal hereditario; y acordaron en
primer término pagar a doña Fermina por sus gananciales la suma de $27,000.00
pesos, correspondientes a la mitad de la herencia, con las 1,859 hectáreas que
conformaban la Hacienda de Plazuela.
Una familia de la Tejera
Del resto, dos casas fueron adjudicadas a doña María de la
Tejera, una a la menor Esther de la Peña, y bajo el régimen de propiedad en
común, recibieron doña Elodia, doña Isabel, doña Gudelia, doña Delfina y sus
hermanos, don Ismael, don Baldomero, don Enrique y don Diódoro la casa paterna,
el solar de la calle Escandón, una casa en Rayón, la Hacienda de Obrajero, con
una extensión de 2,578 hectáreas.
Don Baldomero de la Tejera
El duelo por la muerte de don Manuel vino acompañado de la
intensa zozobra que causó la Revolución Mexicana: movimiento social fraguado
por intelectuales y accionado por campesinos y obreros en reclamo de un
gobierno demócrata, repartición de las haciendas en ejidos, y equidad en la
distribución de la riqueza. Terminar con el orden socio – económico que
implantó por tres décadas el régimen del Gral. Díaz, desangró al país con un
millón de muertos.
Delfina de la Tejera de Nuñez, Isabel (religiosa),
Gudelia de la T. de Alvarado
hijas de Manuel de la Tejera Oruña y de Fermina
Navarro.
La familia de la Tejera, beneficiada de ese orden, tuvo que
salvaguardarse de las tropelías de Magdaleno Cedillo, y se radicó temporalmente
en la apacible ciudad de Querétaro.
JOSÉ GUILLERMO ALVARADO OROZCO
Rioverde, SLP 1 de Julio de 1996
Fotografía: Elena Rodríguez de la Tejera
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