Independencia - Insurgentes contra realistas en RV
En
1808, Napoleón Bonaparte invadió España y apresó a la familia real española.
Esto provocó que algunos españoles desconocieran al gobierno del rey impuesto
por Bonaparte y se reunieron en las Cortes de Cádiz, que se integraron con
representantes (diputados) españoles y de América para gobernarse.
Los
criollos de la Nueva España también desconocieron al rey francés y exigieron
que el gobierno del virrey pasara al Ayuntamiento, mientras el legítimo rey
español regresaba a España. Como no llegaron a un acuerdo con las autoridades
españolas, se reunieron en conspiraciones. La más importante fue la de
Querétaro que, encabezada por Miguel Hidalgo y Costilla, inició la guerra de
Independencia en la Nueva España, en el pueblo de Dolores, Gto., el 15 de
septiembre de 1810. La lucha entre los insurgentes (rebeldes) y los realistas (defensores
del gobierno español) terminó hasta 1821 en que se consumó la independencia.
En
1809 se terminó en Rioverde la construcción de la casa de la hacienda de San
Diego. Ese mismo años, falleció en la ciudad de México, don Joseph Florencio
Barragán, en la víspera de embarcarse a España por haber resultado electo
diputado ante las Cortes de Cádiz. Barragán era teniente coronel y comandante
del Cuerpo de Caballería del Nuevo Santander, Frontera de Guerra de Indios
Chichimecas y Cruzado Caballero de la Real y Distinguida Orden de Carlos III,
dueño de San Diego y otras haciendas.
Para
1810 no existían en San Luis Potosí, ni en el resto del territorio de la Nueva
España, ideas de independencia. Solamente había algunas inconformidades entre
los religiosos y la gente del pueblo por las condiciones en que vivían estos
últimos. Los religiosos en muchas ocasiones defendieron a los indios,
solicitando ayuda a las autoridades y escribiendo sobre los males que les
aquejaban, que en su mayor parte consistían en los abusos que cometan los
españoles con ellos. Por lo que no es de extrañar que fueran los frailes los
principales protagonistas de las rebeliones contra el régimen español en San
Luis Potosí.
El
padre Miguel Hidalgo comisionó a Anacleto Rangel para que invitara a algunos
potosinos a unirse a la lucha. Rangel fue traicionado por Armijo y fue
apresado. También fueron hechos prisioneros el alférez Nicolás Zapata y José de
la Luz Gutiérrez, que se había unido al movimiento.
El
brigadier Félix María Calleja, que vivía en la hacienda de Bledos, S.L.P., se
enteró del levantamiento de los insurgentes en Dolores y solicitó autorización
para someterlos al orden. Organizó un ejército y comenzó la campaña contra el
cura Hidalgo y sus segadores.
Cerca
de la hacienda de Jaral de Berrio, Gto., la gente de Calleja apresó al fraile
Luis de Herrera que había participado como cirujano al lado de Hidalgo, en la
batalla de Celaya (20 de septiembre) y lo trasladaron al convento del Carmen en
San Luis Potosí, donde se encontraban presos Nicolás Zapata y Francisco
Lanzagorta.
El
procurador del convento, fray Gregorio de la concepción, también de ideas
insurgentes, puso en contacto a Herrera con los demás presos a los que se había
sumado fray Juan de Villerías. Para entonces ya estaba también comprometido con
el movimiento el capitán Joaquín Sevilla y Olmedo, uniéndose después otros
religiosos más.
Los
conspiradores tomaron la ciudad de San Luis Potosí la noche del 10 de noviembre
de 1810. El capitán Sevilla y Olmedo liberó a los insurgentes que estaban prisioneros
y a otros presos más, engrosando sus filas con la gente que se le iba uniendo.
Después de una breve lucha, la ciudad se rindió y fue saqueada.
Otro
saqueo más lo sufrió la ciudad cuando Rafael Iriarte, conocido como el “Cabo
Leiton” traicionó a los insurgentes y los hizo prisioneros. Concluido el saqueo
hizo las paces con los presos, nombró mariscal a Herrera y coroneles a Sevilla
y Lanzagorta. A Zapata y a Lanzagorta los encargó de las armas y municiones que
quedaban.
Herrera
salió con Iriarte de San Luis Potosí y en Santa María del Río se apoderó de la
caja de caudales. Fueron asesinados algunos españoles y castigados varios
criollos. De Santa María regresó a San Luis, pero al saber que Calleja iba para
allá, huyó hacia Rioverde acompañado del brigadier Blancas.
La
plaza de Rioverde había sido abandonada por los realistas, por lo que Herrera y
Blancas entraron sin ninguna resistencia el 25 de febrero de 1811, con un
contingente de dos mil quinientos hombres de caballería, quinientos infantes y
quince cañones. Permanecieron aquí hasta el 14 de marzo, pues al saber que el
coronel Diego García Conde venía tras ellos, tomaron rumbo a Valle del Maíz,
donde fueron derrotados. Se dirigieron entonces a Villa de Aguayo (hoy Ciudad
Victoria, Tamps.) donde fueron traicionados y fusilados junto con otros insurgentes
el 17 de abril de 1811.
En
agosto, en la sierrita del romeral, Ciénega de Cárdenas hubo un combate entre
las fuerzas del capitán Cayetano Quintero y 5,000 indios levantados. Días
después Quintero se enfrentó también a las fuerzas de los insurgentes Rafael
Zárate en el llano de la hacienda de Amoladeras.
En
febrero de 1812, el capitán realista Bengoá recibió noticias de que una partida
de insurgentes se hallaba por el rumbo de San Ciro de las Albercas, por lo que
saló a su encuentro. Pasó la noche en el rancho de Plazuela y fue sorprendido
por el enemigo cerca de Rioverde, cuando se retiraba a la hacienda de El
Jabalí. El capitán Bengoá herido, huyo con su gente hacia Valle del Maíz, para
regresar a la Sierra Gorda.
En
abril del mismo año, un grupo de insurgentes al mando de Felipe Landaverde, fue
sorprendido por las tropas del capitán Cayetano Quintero en una cañada de la
hacienda de San Diego. Landaverde escapó por haberse dejado caer en una
barranca. Más tarde fue hecho prisionero por el mismo Quintero quien lo condujo
a Villa de Aguayo, donde fue fusilado.
Don
Félix María Calleja del Rey, fue nombrado virrey de la Nueva España en 1813.
José María Morelos y Pavón encabezaba entonces el movimiento de independencia y
convocó al Congreso de Chilpancingo, como una forma de gobierno independiente
de la corona española. Este Congreso promulgó la constitución de Apatzingán en
1814.
En
1815 en la actual estación de Tablas llamada entonces Camarones, tuvo lugar un
enfrentamient6o entre una pequeña partida de insurgentes al mando de Manuel de
Jesús Reyes y tropas realistas. Reyes fue derrotado y remitido como prisionera
a Tula, Tamps, donde fue ejecutado.
En
junio de 1817, Francisco Javier Mina, guerrillero español que apoyó el
movimiento insurgente, entró al Valle del Maíz después de derrotar a las
fuerzas realistas al mando del teniente coronel José Cristóbal Villaseñor,
quien se fue a refugiar a Rioverde.
El
español don Pablo M. Verástegui Yssusi se casó en 1815 con doña Ana María de la
Vara, propietaria de la hacienda de San Diego y de otras haciendas, en la
iglesia parroquial de San Luis Potosí y sentaron su residencia en la misma
hacienda de San Diego.
En
1817, los indígenas de la Custodia de Santa Catarina pidieron autorización a
las autoridades para volver a celebrar las fiestas anuales en honor de la
patrona de la Custodia. Estas festividades se habían organizado desde 1735 y se
habían visto interrumpidas en 1811. La contestación tardó en llegar casi dos
años, tal vez por causa del la lucha de independencia y fue favorable. En la
autorización se hizo hincapié en que se respetara la ofrenda de cera que hacían
los indios y se les devolviera una vez terminadas las fiestas.
El
Dr. Ignacio Gama Salcedo nació en Guadalajara el 14 de marzo de 1820 en ese año
también se reanudó la celebración de las fiestas patronales.
En
febrero de 1821, el realista Agustín de Iturbide organizó el Ejercito
Trigarante y proclamó el Plan de Iguala. Se unió al ejército insurgente,
encabezado por Vicente Guerrero para consumar la independencia. Iturbide entró
triunfante a la ciudad de México el 21 de septiembre de ese mismo año.
El
plan de Iguala fue proclamado en Rioverde y otras ciudades cercanas el 28 de
mayo de 1821, antes que en otros lugares del estado, por el coronel Juan José
Zenón Fernández, nativo de la villa del Dulce Nombre de Jesús. Lo proclamó “sin
contar con más recursos que mi opinión y la seguridad de que todos los
habitantes del Partido y los del Valle del maíz serán unos defensores de la
Patria.”
La
plaza principal de Rioverde que era conocida como Plaza Real, cambió su nombre
a Plaza de la Libertad. Años más tarde, en 1868, s le llamó Plaza de la
Constitución.
Digitalización:
José J. Alvarado
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