De
Armando Sánchez Herrera a quien se le conocía como El Infame, recuerdo que su
voz era agradable al oído, había entre otros programas uno que se llamaba Así
cantan en el norte, normalmente con el piporro, los alegres de Terán entre
otros y en algunas ocasiones invitaba a músicos que deambulaban por las fondas
o cantinas del pueblo ofreciendo sus servicios. Uno de estos grupos que es aun
recordado era el de “Bocho y sus astronautas” pues apenas comenzaba la
conquista del espacio y decía el Infame que este grupo se llama así porque un
astronauta le daba 360 vueltas a la tierra en una hora, y que Bocho y sus
astronautas le daban 360 vueltas a las cantinas en una semana.
Había
un programa que se llamaba complacencias donde a través de reportes escritos
los oyentes solicitábamos las canciones de nuestro agrado. Como el Infame leía
los reportes es decir los nombres de los solicitantes de canciones, muy rápido,
no faltaba quien le jugaba bromas como aquella de Ma. De Jesús Patiño, que un día
solicita una canción y el infame lee:
Para
complacer a María de Jesús Patiño, Marichuy Patiño, Jesusita Patiño, Chuya Patiño,
Jesús Patiño, bueno toda la familia Patiño que diariamente nos escuchan. Y
claro la risotada de los radio escuchas.
Tenía
el Infame espíritu deportivo y juntaba la muchachada de ese tiempo como los
Avalos, el Ostión, la Gringa Cervantes, el mudo Medel, el profe Paz Badillo y
su hermano, “Pancholín” Martínez Jr., el “Vebo” Martínez, mi hermano Guillermo
cervantes, el “Cheve”,Braulio la “Cochinilla”, “Poncho” “LaRrubia”, “El Quinillo”,
los Rubio y muchos otros con los cuales organizaba carreras de bicicletas ya fuera a plazuela, a San Ciro o santa Rita,
el lomo de toro o hasta el charco.
Salía
toda la muchachada de la meta que normalmente era frente al Molino Colorado, y
allá va el infame dentro del pelotón, pasaban si al caso quince minutos y el
primer en regresar era el Infame ante la sorpresa de todos los aficionados que
lo recibíamos con rechiflas, ya que de todos era conocido que él nunca llegaba
al punto de regreso y siempre se regresaba antes.
El
Infame despedía la transmisión a las seis de la tarde diciendo:
X
doble E EME llega al final de sus transmisiones, agradeciendo el favor de su
atención esperando contar con su amable escucha el día de mañana, pues aún tenemos
siete luces de esperanza, “Lo que no sabíamos era que se refería a los focos
que tenía la antena”.
LIC. IGNACIO CERVANTES ALVAREZ
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