60s
En el viejo Rioverde
que yo con mucha nostalgia recuerdo de la segunda mitad de los años cincuenta
en adelante, era un pueblo apacible y muy agradable, donde alguna veces la
tranquilidad y el silencio de sus calles era roto por el trote de los caballos
de los solkeros, de los carretoneros de los aguadores y uno que otro camión
minero que en ese entonces circulaban en el pueblo.
El pueblo, rodeado de huertas y cañaverales y que en
temporada de los cortes de caña o naranja se acrecentaba el ruido y bullicio de
gente que pasaba muy temprano a las faenas; ya sea en los molinos de caña que
recuerdo como el de la Pasadita, el Molino Colorado el de los Rodríguez, el del
Jabalí el de San Diego y algunos más que se me escapan en este momento, así
como los grupos de cortadores que muchas veces eran trasladados en carretones
hacia las huertas, entonando alegres canciones a voz en cuello.
Nuestro Rioverde que se
fue, tenía su mercado frente a la iglesia de santa Catarina, hoy el área de la
plazoleta de los fundadores y durante mucho tiempo era el punto de reunión para
los cortadores de naranja, que en cuadrillas y alegres algarabías, desde las
cuatro de la mañana esperaban ser contratados para ser llevados a tal o cual
huerta.
Muchas veces la paz y
tranquilidad del poblado era roto también por el sonido de las campanas que don
Darío hacia tañir con mucha enjundia y que en todo el poblado se escuchaban ya
sea para llamar a un servicio religioso o bien para avisar de alguna quemazón.
Por esos tiempos, un
grupo de gente visionaria, encabezados por el Lic. Lorenzo Nieto Pro, a veces
reunidos en el restaurant Noche y Día, del “Patabofa”,en el villar del “Capi” o
de la “Cuatana” o sentados en una banca bajo la sombra de los bambúes de la
plaza de armas, idearon que era necesario tener en Rioverde una difusora, ya
que en la capital ya había varias y en nuestro pueblo ya era necesario contar
con una, ya que por un lado algunas pocas familias tenían televisión y la chiquillada nos
arremolinábamos en las ventanas a ver cómicos y canciones Adams, las
caricaturas de los picapiedra, la famosa serie de la ley del revolver de la
cual un personaje le da el sobrenombre a otros destacado Rioverdense por
adopción me refiero el famoso “Chester”.
Pues bien, este grupo
de gente de negocios formaliza la sociedad para crear una difusora, se dice que
contrataron los servicios de don Carlos Martínez Guillén como técnico operativo
como se decía -para echar a andar la difusora-. Por desacuerdos entre los
socios la sociedad se disuelve, pagando a don Carlos sus emolumentos con el
poco equipo que se había adquirido.
Don Carlos le da
continuación al proyecto por su cuenta, tramita los permisos correspondientes
antes las dependencias que ese tiempo aplicaban y en un cuartito de adobe,
ubicado en la calle de Aldama 55 en el barrio de San Juan, coloca su tornamesa
dentro de un cubículo de fibracel que aislara el ruido exterior y nace así un
18 de febrero del año 1959 la radio difusora XEEM la voz de Naranjopolis que
inicia sus trasmisiones en 880 kc con 100 watts de potencia efectiva en
amplitud modulada.
LIC. IGNACIO CERVANTES
ALVAREZ
Fotografia: Lic. Elena Rodriguez de la Tejera
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