lunes, 20 de junio de 2016

Parte 6/6 - La vida cotidiana de los de la Tejera


Plaza de toros en Madero y Gabriel Martinez

En el plano de fraccionamiento de Plazuela y Obrajero, el casco de la primera quedó comprendido dentro de los límites del Lote No.2, que incluía 149 hectáreas, de las cuales 60 eran de tierra muy fértil.

Plaza de toros “La Lidia” en calle Zaragoza

Esta porción en un principio fue adjudicada a la hermana menor doña María, solo que por no convenir a sus intereses, la permutó a favor de don Baldomero, don Enrique y don Diódoro.

Desfile con Lita Maldonado

Habiendo emigrado don Baldomero a San Luis Potosí, enajenó su parte a don Enrique, quien a su vez, mediante escritura de compra – venta cedió la propiedad a su hija doña Elena, para que posteriormente repartiera fracciones a sus hermanos.

Toreros

La casa grande y algunas hectáreas sembradas de naranjos y milpas fueron entregadas a Don Eduardo, (quien cedió “la era” para la construcción de la capilla que hoy es parroquia y él las vendió a su primo don José A. de la Tejera, que hasta la fecha, convertido en agricultor conserva orgulloso el solar de sus ancestros; con su bonhomía y don de gentes ha contribuido a las obras de la capilla, que por cierto, está dedicada a Santa Ana y ocupa, previas reformas, la antigua era (troje), palabra que transculturizó su abuelo y que significa: lugar donde se trillan las mieses.

Don J. Refugio López con una cuadrilla de aficionados de la plaza de toros “La Lidia”

Encima de la entrada del sagrado recinto, existe, empotrada una viga de mezquite con la siguiente inscripción: “Se acabó en el año de 1847”.

JOSÉ GUILLERMO ALVARADO OROZCO
Rioverde, SLP 1 de Julio de 1996


Fotografía: Elena Rodríguez de la Tejera

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