martes, 1 de diciembre de 2015

Origen de las fiestas y ferias 2ª. De 2 partes


Actualmente se advierte la tendencia a organizar ferias puras sin relación a fiesta alguna, sobre todo en regiones ganaderas, agrícolas y por sectores industriales y comerciales. Organizadas por el sector oficial o el mercantil con propósitos de promoción económica, en ellas se reserva lugar importante a la expresión tradicional y costumbrista acaso como supervivencia de la integración histórica entre feria y fiesta en un solo complejo socio-económico.



La tradición de las fiestas mexicanas data de muchos siglos atrás. Vinculada con el rito, la fiesta era tan significativa, caudalosa, importante, solemne y concurrida como avasalladoras eran las prácticas religiosas en pueblos medularmente religiosos como los de Mesoamérica. Después del mercado, venía la feria. Tan frecuentes eran los festejos que los primeros españoles creyeron ingenuamente que la “diversión era casi perpetua” al ignorar que, entre los nativos prehispánicos, la fiesta suponía la comunicación del hombre con el cosmos y lecciones vivas referidas a la producción agrícola.



Juzgado el fenómeno sociológico a tanta distancia histórica, hoy no resulta fácil distinguir lo que era puramente festivo de lo que, en realidad, era rito puro: entre lo que era profano y lo que era sagrado.

Para los indígenas precolombinos de México, nada era tan vital e importante como sus fiestas, sus cantos, sus danzas, sus ritos tradicionales, esas exuberantes riquezas de agasajos dedicados a quienes encendían y apagaban a diario las estrellas de su firmamento, esa extraordinaria fertilidad de recursos para asegurar la marcha regular de las estaciones, el retorno de las lluvias, la germinación del maíz, la resurrección del Sol.



El pueblo mexica se empeñaba afanosamente en una empresa, en un esfuerzo perpetuo colectivo sin el cual habría perecido la misma Naturaleza. Era, pues, el más serio de los asuntos, la más imperiosa de las obligaciones: vitalizar la vida en el mas bello de los ejemplos del hombre que nutre al cosmos, alimenta las estrellas, acompaña al Sol y resuelve el Pueblo del Sol desafiar al Universo…



Este Blog agradece a la Lic. Elena Rodríguez de la Tejera el compartir la fotografías aquí expuestas


Atentamente Arturo González Pérez 

0 comentarios:

Publicar un comentario