EPOCA DE LA INDPENDENCIA
Eugenio Verastegui González y Obregón
En
1811 era jefe de las fuerzas realistas de Ríoverde el Capitán Don José Díaz
Bustillo, quien al saber que grupos rebeldes rondaban el pueblo se fue para la
Ciudad de San Luís Potosí, abandonando el puesto. Al defeccionar Díaz Bustillo
quedo al frente de las tropas el también
capitán Don Manuel Bengoa. Los insurgentes que amenazaban entrar en Rioverde eran
los comandados por el lego Herrera y un tal Blancas.
Sabedor
Herrera de que Calleja se aproximaba a la Ciudad de San Luís Potosí,
proveniente de la Ciudad de México, salió de la Ciudad el 25 de febrero y se
dirigió a Rioverde, llevando consigo una fuerza de 2500 hombres de caballería,
500 de infantería y 15 cañones.
Permaneció
en el pueblo de Rioverde hasta el 14 de marzo, y al saber que el coronel Don
Diego García Conde venia a batirlo, tomo rumbo a C. del Maíz, donde fue puesto
en fuga por García Conde; perdiendo todos sus bagajes. Antes de emprender la
huida ordeno pasar a cuchillo a 11 españoles que, en calidad de prisioneros
llevaba, uno de ellos, Don Juan Villarguide.
Herrera y Blancas se dirigieron a Villa de Aguayo (Cd.
Victoria), donde los realistas habían “chaqueteado” (se habían cambiado al
bando independentista); pero para cuando el lego Herrera llego a la Villa, el
cura del lugar ya había logrado que los soldados realistas volvieran sobre sus
pasos y así, al llegar Herrera fue reducido a prisión y enviado a Tampico,
donde se encontraba el Coronel Arredondo, quien los hizo fusilar el 17 de abril
de 1811.
Tan
pronto paso García Conde para C. del Maíz, regreso al pueblo el Capitán Bengoa,
quien también lo había abandonado al aproximarse Herrera. El Capitán Bengoa el
16 de febrero de 1812 supo que una partida insurgente se acercaba a Rioverde
por el rumbo de las albercas y salió a batirlos; pernocto en Plazuela donde
recibió un “albazo” departe de los insurrectos, resultando herido Bengoa y su
gente dispersada. Los vencedores pasaron a la hacienda del Jabalí,
permaneciendo en ella unos días para en seguida regresarse a la Sierra Gorda.
El
15 de abril del mismo año de 1812 fue sorprendido en una cañada del “rancho” de San Diego, el titulado”
Gobernador y General” Felipe Landaverde el que para escapar de la muerte se
dejo caer en una barranca. El parte rendido por Pedro Junco al Coronel
Arredondo, desde Rioverde, nadamas asienta lo dicho y que el capitán Montes fue
el autor del descalabro sufrido por Landaverde. No murió Landaverde en esa
ocasión; pues el 17 de abril de 1913, volvió este jefe para el valle y fue
sorprendido en la hacienda de Amoladeras por el capitán Cayetano Quintero,
quien lo tomo prisionero, lo condujo a V. de Aguayo donde fue fusilado el día 5
de mayo.
Otra
pequeña partida de insurgentes al mando de Manuel de Jesús Reyes fue derrotada
en los Camarones, cerca de la actual estación de “las Tablas” el 29 de julio de
1815, cayendo prisionero su jefe el que fue remitido a Tula y ejecutado el 16
de noviembre.
Hasta
aquí lo que hay de accionas de guerra
durante la independencia. Rioverde siguió dando contingentes de sangre; pero
para la causa realista; pues excepto unos cuantos indios que se fueron con
Herrera, no hubo quien moviera un dedo a favor de la causa insurgente.
Durante
la época a que nos referimos, algunas partidas de insurgentes merodearon por el
valle pero en honor a la verdad se trataba de bandoleros que al amparo de la
bandera independentista cometieron innumerables fechorías; pero no llegaron al
pueblo.
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