martes, 14 de octubre de 2014

Rioverde en la Época de Independencia


EPOCA DE LA INDPENDENCIA

Eugenio Verastegui González y Obregón

En 1811 era jefe de las fuerzas realistas de Ríoverde el Capitán Don José Díaz Bustillo, quien al saber que grupos rebeldes rondaban el pueblo se fue para la Ciudad de San Luís Potosí, abandonando el puesto. Al defeccionar Díaz Bustillo quedo al frente de las tropas  el también capitán Don Manuel Bengoa. Los insurgentes que amenazaban entrar en Rioverde eran los comandados por el lego Herrera y un tal Blancas.

Sabedor Herrera de que Calleja se aproximaba a la Ciudad de San Luís Potosí, proveniente de la Ciudad de México, salió de la Ciudad el 25 de febrero y se dirigió a Rioverde, llevando consigo una fuerza de 2500 hombres de caballería, 500 de infantería y 15 cañones.

Permaneció en el pueblo de Rioverde hasta el 14 de marzo, y al saber que el coronel Don Diego García Conde venia a batirlo, tomo rumbo a C. del Maíz, donde fue puesto en fuga por García Conde; perdiendo todos sus bagajes. Antes de emprender la huida ordeno pasar a cuchillo a 11 españoles que, en calidad de prisioneros llevaba, uno de ellos, Don Juan Villarguide.

Herrera  y Blancas se dirigieron a Villa de Aguayo (Cd. Victoria), donde los realistas habían “chaqueteado” (se habían cambiado al bando independentista); pero para cuando el lego Herrera llego a la Villa, el cura del lugar ya había logrado que los soldados realistas volvieran sobre sus pasos y así, al llegar Herrera fue reducido a prisión y enviado a Tampico, donde se encontraba el Coronel Arredondo, quien los hizo fusilar el 17 de abril de 1811.

Tan pronto paso García Conde para C. del Maíz, regreso al pueblo el Capitán Bengoa, quien también lo había abandonado al aproximarse Herrera. El Capitán Bengoa el 16 de febrero de 1812 supo que una partida insurgente se acercaba a Rioverde por el rumbo de las albercas y salió a batirlos; pernocto en Plazuela donde recibió un “albazo” departe de los insurrectos, resultando herido Bengoa y su gente dispersada. Los vencedores pasaron a la hacienda del Jabalí, permaneciendo en ella unos días para en seguida regresarse a la Sierra Gorda.

El 15 de abril del mismo año de 1812 fue sorprendido en una cañada del  “rancho” de San Diego, el titulado” Gobernador y General” Felipe Landaverde el que para escapar de la muerte se dejo caer en una barranca. El parte rendido por Pedro Junco al Coronel Arredondo, desde Rioverde, nadamas asienta lo dicho y que el capitán Montes fue el autor del descalabro sufrido por Landaverde. No murió Landaverde en esa ocasión; pues el 17 de abril de 1913, volvió este jefe para el valle y fue sorprendido en la hacienda de Amoladeras por el capitán Cayetano Quintero, quien lo tomo prisionero, lo condujo a V. de Aguayo donde fue fusilado el día 5 de mayo.

Otra pequeña partida de insurgentes al mando de Manuel de Jesús Reyes fue derrotada en los Camarones, cerca de la actual estación de “las Tablas” el 29 de julio de 1815, cayendo prisionero su jefe el que fue remitido a Tula y ejecutado el 16 de noviembre.

Hasta aquí  lo que hay de accionas de guerra durante la independencia. Rioverde siguió dando contingentes de sangre; pero para la causa realista; pues excepto unos cuantos indios que se fueron con Herrera, no hubo quien moviera un dedo a favor de la causa insurgente.

Durante la época a que nos referimos, algunas partidas de insurgentes merodearon por el valle pero en honor a la verdad se trataba de bandoleros que al amparo de la bandera independentista cometieron innumerables fechorías; pero no llegaron al pueblo.

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