Dormido tu imagen miro y me despierto creyéndola encontrar,
en mi soledad extraño el olor a ti, a lirios muy de mañana,
aunque no estés junto a mí nuestras almas no se extrañan,
pues permanecen unidas a pesar de la distancia.
Cuan doloroso ha sido vivir sin tu fragancia, sin sentir ya
de tus labios
el leve rose en los míos, sin escuchar los suspiros, mirándote
enamorada.
Pronto el tiempo pasará, cumpliré lo prometido.
Te he de construir el nido que a los dos albergará
Y llenaremos de amor ese espacio tan sufrido.
Tendremos por recompensa mil lunas por compartir
Festejando en cada abril el tropezar de miradas.
El adiós de tantas penas El nuevo brío por vivir.
Pero… cuanto tiempo pasará sin que las manos se junten
Cuanto más sin que los ojos Se vuelvan a contemplar.
Por lo pronto he de aceptar tu distancia entre la mía,
Mas cómo duele Mary tu ausencia en mi soledad.
Con mi amor para ti.
Alfonso Arteaga Rodríguez
- Composicion
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