Ignacio Cervantes Álvarez (Compilador)
Erase un 15 de septiembre, allá a principios de los sesentas, el maestro de ceremonias arengaba el fervor patrio ante todos los concurrentes previo a la ceremonia “Del Grito” en eso ve que venía Julio Tantarrias –caí que no caí- un poco pasado de copas, alegre y sonriente como siempre, por lo que el maestro de ceremonias, lo invita a subir a la “pérgola” y le dice –a ver Julio,
-compón- un
verso donde se mencione la independencia; y Julio tomando el micrófono ni tardo
ni perezoso, se avienta el siguiente verso:
me asomé a
la presidencia:
Chinguen su
madre todos
¡y viva la
independencia!
NOTA: La
gente nunca supo si la mentada de madre, fué pa’ los que vió en la presidencia
o si fue para todos los presentes. A lo que una vieja cabeza de vela dijo “lo
bueno es que dijo “todos”, ansina nos tocó poquito.
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