Arista # 12
Cuando mi tatarabuelo Pedro Rodríguez I compro esa casa, esta
se extendía unos 70 metros hacia el lado del panteón por el frente (Ahí estaba
la entrada de los animales que venían del rancho “Chupaderos” cerca de Tanlu
que era propiedad de la hacienda de Rayón y que Don Pedro Rodríguez rentaba) y
unos 50 metros de fondo en colindancia con un terreno labrantío de Don Salvador
Olvera.
Monumento en Rayón S.L.P.
Al fallecimiento de mi tatarabuelo mi abuelo Pedro Rodríguez
II heredo la propiedad de Lagunillas y el rancho en renta en la sierra, de la agricultura
de subsistencia se obtenía el oro de los dioses, el preciado maíz, frijol, calabaza
el chile no había necesidad de sembrarlo se daba a montones y las sierras, (los
pájaros nos hacían favor de comerlo y esparcir sus semillas por toda la serranía,
de la ganadería mayor vacas y terneras
(a veces enchamaladas (Una planta de la
que se obtenía una masa venenosa pero que una vez bien cocida se eliminaba el veneno
y era muy apreciada por los indígenas que las comían en lugar de el maíz que no
sembraban por que ellos muy muy otros, con una filosofía tan diferente de la
vida que Don Pedro se quejaba de que solo querían trabajar dos o tres días de
la semana cuando no tenían que comer, los demás días los dedicaban a vivir)
De la cría de puercos que casi se alimentaban solos en el
campo y solo por las tardes venían a la casa por el postre que se les daba en
forma de puñados de maíz, se obtenía su rica carne, de tal manera que nunca
falto en la casa carne de res y puerco y a veces cuando corríamos con suerte
las delicias de carne de jabalí o venado.
los quesos se amontonaban de un año para otro en un cuarto
habilitado como troje y en un cesto alto).
En la casa de Lagunillas se criaban gallinas para comer esos
ricos huevos con frijoles por la mañana, con tortillas recién salidas del fogón
y una taza de café.
La carne de estos sabrosos animales no podía faltar en la
mesa los sábados, claro después de que su servidor las hubiera correteado toda
la mañana y haber conseguido atrapar una, Lo malo de comer caldo los sábados es
que me teína que bañar lo necesitara o no.
Pero tenía un incentivo callado y escondido como un tesoro…los
domingos por la mañana iría a visitar a mi madrina Amparito y a mi padrino Efraín
Sánchez que siempre tenían para mi una deliciosa gelatina, yo no sabia de donde
sacaban ese manjar de los dioses y la verdad no me importaba mucho mientras la deglutía.
…de como mi madrina Amparo me salvo de llamarme Porfirio…
Sucede que mi abuelita “Tiva” y mi mama pasaron por mi futura madrina para
dirigirse al bautismo cuando gracias a Dios mi madrina le pregunto a mi
abuelita y como le va a poner al niño? pues Porfirio nació el 15 de septiembre…
y mi madrina exclamo, que horror, siquiera póngale como mijo…y como se llama
su hijo…pues Arturo.
Arturo González Pérez
Y esa es la historia de no llevar un nombre tan cuestionable
históricamente, claro, pero esa es otra historia que no debería contar aquí,
por que la historia es sobre la casa de Arista # 12, Sorry no me aguante las
ganas, (Nota del Bloguero).
El trabajo principal de Pedro Rodríguez II fue la de renta de
tractores (de esa época) o sea yuntas de bueyes para arar el campo, (pequeñas
planicies que dejaban los terrenos montañosos pero la mayor parte de las veces
solo eran laderas de las serranías).
Yunta de bueyes
Don Pedro continuo en el trabajo que heredó de su padre (la
renta de yuntas de bueyes), quinientas según estimaciones que yo escuche y las
vacas y terneras eran muchas, eso sí con su respectivo fierro y bien terreadas,
que precisamente era el momento que se utilizaba para marcar las crías.
El tío abuelo Plutarco Rodríguez estudio para tenedor de
libros, lo que sería en la época Lic. en contabilidad pública y consiguió
trabajo en la hacienda de Rayón.
Las canoas Rayón S.L.P.
A ciencia cierta nadie sabia donde terminaban las tierras de
la hacienda de Rayón por que pasaban de las tierras que ellos sembraban hasta
“La Culata” y más allá hasta entrar al Estado de Querétaro según dichos de la
gente.
Por la cercanía por el lado sur de San Luis Potosí (Tanlu como
mayor población), con las serranías de la Sierra Madre Oriental de Querétaro que
huyeron los sobrevivientes de la batalla del cerro de las campanas, como sabían
que nunca podrían regresar a sus tierras ni siquiera aparecer por los poblados
grandes se quedaron a vivir en la sierra y a sembrar de “Güeros toda la zona”. (del
Bloguero).
A mi compadre Abel Ramírez Nieto le consta (cuando partimos
de Lagunillas a la sierras de Tanlu, en aquella aventura que llamamos “en busca
de mis orígenes”) que encontramos en una quebrada en lo alto de una gran roca
una esfinge blanca de ojos azules y con un rifle 22 al hombro mirándonos como
dios a los conejos, cuando nos acercamos y preguntamos si íbamos bien para
“Tanlu” nos contestó con un idioma indígena que por supuesto no entendimos, así
que seguimos adelante).
Abel Ramírez Nieto.
Al fallecer Don Pedro Rodríguez II heredo a sus cinco hijos
el negocio familiar y las Señoritas Rodríguez como eran conocidas en el Face de
la época (comunicación boca – oído), que continuaron administrando el rancho
“Chupaderos” y viniendo con su gran hilera de recuas a hacer el super a la tienda de Don Salvador Olvera que además
de pariente administraba uno de los bancos (Tienda) de la región los otros eran
las otras tiendas, funcionaban cuando los depositantes le dejaban su dinero
sobrante que les guardaba para compras futuras.
Espera la 2a. parte, esto se pone mas bueno
Atentamente R2D2
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