martes, 26 de octubre de 2021

Los Verastegui de RV. Parte 21 – y el telégrafo de San Luis Potosí a México.

Ma. Teresa Verastegui Nieto;


En el año de 1866, es inaugurado el Telégrafo en San Luis Potosí, en dónde se redacta el primer telegrama que fue Remitido de San Luis Potosí el día 1 de junio de 1866 a las 9.40 minutos, y dice así “La línea telegráfica que pone a la capital del Imperio en comunicación con el Departamento del Potosí, quedó establecida.

 Siendo este el primer mensaje que por ella transmite esta prefectura debe ser dirigido a V.M. (Vuestra Majestad) para felicitarlo por tan plausible suceso, pues son precursores de la Paz los tiempos de la civilización”. Firma el prefecto político Fco. Bermmudéz.

Este comentario es pertinente debido a que Don Manuel Verástegui Suarez  fue sentenciado a pena de muerte cuando le descubrieron a dos jefes republicanos amigos de él, unas cartas suyas.

 Esto dio lugar a que La Corte Marcial lo condenara a la pena de muerte, por hallarle en convivencia con los enemigos. Sin dilación acudieron al telégrafo su hermano Don José María Verástegui y muchas personas de su amistad solicitando al emperador Maximiliano de Habsburgo la gracia del indulto.

Gracias a la comunicación telegráfica, se trasmitió rápidamente con propicio resultado la solicitud del indulto que obtuvieron eficazmente auxiliados por el general Tomás Mejía y el prefecto del Departamento Don Darío de los Reyes.

Sin aquel medio de comunicación claro esta terrible sentencia se habría cumplido. 32

>>José Catarino Verastegui Correa nació en Rioverde el 18 de marzo de 1838. Fue hijo de Manuel Verástegui Suárez y Joaquina Correa Salinas. La muerte de su madre y la política que mermó la fortuna de su padre filiado en el partido liberal, tan reciamente combatido por aquel tiempo motivaron el que los años juveniles de Don José fueran sobre manera inciertos.

 Después de terminar la instrucción primaria y de los conocimientos que pudo adquirir durante aquella época angustiosa, en un colegio de esta ciudad, se dedicó a la agricultura en una finca de campo de su hermano mayor Odón

Don José Catarino, gozó de gran estimación y simpatía. Era honrado y hábil, Cualidades que desplegó en la Jefatura de Hacienda, En donde por muchos años trabajó. Fue un buen ciudadano y un padre de familia ejemplar.

En los años de mil ochocientos sesenta y cinco, el Sr. General Don Carlos Fuero visitó Rioverde con el fin de organizar fuerzas para combatir la invasión francesa, Don José que era un hombre valiente y combativo se unió al jefe Republicano. Se entregó a los trabajos militares del bando y así se le ve elevarse hasta el grado de capitán.

Puede decirse, que desde el momento en que se unió al Sr. Fuero principió una brillante carrera de trabajos importantísimos a favor de la patria, durante la revolución y continuada luego en los tiempos de paz en que desempeñó con notable acierto varios ramos de la Administración Pública.

Así fue que desde los 21 años se le ve en Querétaro como administrador principal de correo desplegar inusitada actividad para cumplir la misión que se le confió.

Después, ya pacificada la nación con la caída del presidente Lerdo, se le ve trabajando con el mismo empeño al lado de Don Pedro Garay Garay  para reorganizar la línea del correo de Méjico, Guadalajara y Tepic. Y en las Aduanas del Estado de Jalisco, en cuyo encargo descubre un desfalco y hace efectivas las responsabilidades.

 De ahí se va a la frontera norte en dónde reorganiza el cuerpo de vigilancia, desocupándolo de los hombres corruptos e ineptos y poniendo en su lugar hombres aptos y de acrisolada honradez. Logrando por este medio poner coto al contrabando internacional que tan desarrollado estaba en aquel tiempo.

Un rasgo notable de su vida es el siguiente: don Diego Terrero, un coronel Imperialista y miembro de la Corte Marcial que condenó a muerte a don Manuel Verástegui, padre de Don José, fue hecho prisionero al caer el Imperio, don Diego nombró por defensor al Sr. José Verástegui quien aceptando tal cargo y echando en completo olvido la antigua injuria, de tal modo y con tal lealtad se dedicó a salvar a su defenso, hasta que logró ver libre al Sr. Terrero, dando evidente prueba de su grandeza de alma y noble corazón. 33

En la ciudad de Querétaro en 1867 José C. fue nombrado vocal en el Consejo de Guerra que juzgó al infortunado Archiduque Maximiliano de Habsburgo y sus compañeros Miramón y Mejía

Transcribo algunas partes de los documentos del proceso, que dan claridad acerca de cómo fue formado este consejo hasta el término del juicio. 

 “Se le comunicó al Fiscal el nombramiento de presidente del Consejo de Guerra, pidiéndole al Mayor General que diga al mismo Fiscal, a qué capitanes corresponde el servicio de vocales, y otro del Mayor General, en que vienen señalados los capitanes que han de ser vocales del Consejo de Guerra que ha de sentenciar en esta causa”.

Éste fue contestado con el siguiente escrito. “Por disposición del ciudadano General en Jefe, inserto a Ud. la lista de los vocales nombrados para formar el Consejo de Guerra ordinario, que debe juzgar a los reos de esa Nación:

Fernando Maximiliano de Habsburgo y sus llamados Generales don Tomás Mejía y don Miguel Miramón, cuyo consejo quedará instalado a las ocho de la mañana en el Teatro de Iturbide de esta Ciudad, y bajo la presidencia del C. Teniente Coronel Platón Sánchez. Vocales:

Comandante Capitán José Vicente Ramírez, Comandante Capitán Emilio Lojero, Capitán Ignacio Jurado, Capitán Juan Rueda y Auza, Capitán José Verástegui y Capitán Lucas Villagrán”.

A el día siguiente a las 8 de la mañana, se celebraría el Consejo de Guerra ordinario para juzgar en él a Fernando Maximiliano de Habsburgo Archiduque de Austria, y a sus cómplices Generales don Miguel Miramón y don Tomás Mejía.

El Consejo fue presidido por el C. Teniente Coronel Platón Sánchez, y como vocales del mismo los CC. Capitanes José Vicente Ramírez, Emilio Lojero, Ignacio Jurado, Juan Rueda y Auza, José Verástegui y Lucas Villagrán, cuyo Consejo se reuniría a la hora señalada, en el Teatro de Iturbide. En consecuencia, todos los oficiales que no estuvieran en servicio concurrirían”.

La cita fue a las seis de la mañana frente al Templo de las Capuchinas. Asistieron cincuenta cazadores de Galeana montados, armados y equipados con la correspondiente dotación de oficiales, y cincuenta hombres del Batallón de la Guardia Supremos Poderes en los mismos términos que la fuerza anterior, según su arma, y ambas fuerzas se pusieron a las órdenes del Coronel Jefe de la segunda Brigada Miguel Palacios.

Encontraron culpables a los reos Fernando Maximiliano de Habsburgo y sus llamados Generales Miguel Miramón y Tomás Mejía y los condenaron, conforme a las penas que demarcan por la infracción de estos artículos, la ya citada ley por la cual se les juzga, a ser pasados por las armas.

El Consejo de guerra juzgó, convencidos suficientemente de los delitos contra la Nación, el derecho de gentes, el orden y la paz pública a Fernando Maximiliano; y de los delitos contra la Nación y el derecho de gentes,  a los reos Miguel Miramón y Tomás Mejía; con la circunstancia que en los tres concurre, de haber sido cogidos in fraganti en acción de guerra el día quince del próximo pasado mayo en esta plaza, por tanto condena a los expresados reos Fernando Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía, a la pena capital, señalada para los delitos referidos.

Querétaro, junio catorce de mil ochocientos sesenta y siete.

>> En 1881 muchas personas de representación política de esta Ciudad y en la Capital de la República postulaban a José C. para Gobernado del Estado. Su partido era grande y caracterizado; pero todos los trabajos que se emprendieron para ese fin, cedieron a la necesidad que el Sr. General don Porfirio Díaz tuvo de la pericia, actividad, celo y demás prendas del Sr. Verástegui para colocarlo en la Administración General del Timbre.

En ese año, el Sr. Verástegui contaba con 26 años sin interrupción de buenos y leales servicios prestados a su patria, siendo una propuesta suya que nunca su nombre apareciera bastándole solamente la satisfacción de haber sido útil a la patria

En 1882 fue administrador de la aduana fronteriza de Laredo, al claro entendimiento del Sr. Verástegui se debe el que haya estableció la ley que llamo de “La gendarmería Fiscal,” cuyo cargo fue la vigilancia de la frontera del Norte después de lo cual volvió a San Luis en dónde fue llamado a México para colocarse al frente de la Administración General del Timbre cómo su jefe principal.

Desempeñó este cargo, cómo en todos los que desempeñó durante su carrera política, con tal honradez se portó con tanto tino y eficacia que en el poco tiempo que permaneció en esa importante oficina rentística, según los cálculos de los inteligentes en la materia debe haber producido al erario el considerable pico de más de tres millones de pesos.

Atte.R2D2


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