A principio del siglo XIX se escuchó mucho hablar de los Caballeros de la Capa Blanca se decía que en el lugar conocido como “Abra de Caballeros,” cerca de la cascada del Salto se reunían bajo un olmo trece hombres cubiertos con una capa blanca, y de identidad desconocida, con el fin de planear los asaltos a las diligencias y conductas que llevaban al puerto de Tampico el oro y la plata procedentes de las minas de la región: Cerro de San Pedro, Real de Catorce, Charcas, Zacatecas.
Se dice, que durante varios años se
convirtieron en lo más temible de la zona. Por más que el cuerpo de Caballería
de Frontera los tenía a su alcance, nunca los pudieron atrapar. Era imposible,
pues el mismo Capitán de Caballería don José Florencio Barragán, era el jefe de
los forajidos.
Que, entre
los trece Caballeros, había hacendados que vivían en el Valle del Maíz, y que
de esas fechas datan los varios túneles que existen en dicho lugar y la región
y que se comunican unos con otros. Nadie supo a punto fijo quienes eran esos
trece se decía que eran tres de los Barragán y diez de los Gutiérrez, de donde
se formó el apellido que ahora conocimos como “Diez Gutiérrez”.
Es conocido
que don José Florencio Barragán, era propietario de las Haciendas de San Diego,
Cieneguilla, San José de Gallinas, La Boquilla, Tecomates (El Paraíso), Ciénaga
de Cárdenas, etc., hasta el Río Guayalejo, cerca del litoral del Golfo, por
donde pasaba el Camino Real hacia el Puerto, y precisamente por el mismo Valle
del Maíz, pues fue hijo y heredero del poderoso Felipe Santiago Fernández del
Castillo que con el apoyo de Félix María Calleja del Rey se quedó con la mayoría de las tierras del
inmenso latifundio del obispo en desgracia Manuel Antonio Roxo y Vieyra.
Don
Florencio, era comandante del Cuerpo de Caballería de Frontera del Nuevo
Santander creado en 1772, él mismo había costeado el armamento y el Cuartel de Rioverde. Que estaba ubicado en el
sitio donde actualmente se encuentra El Hotel Plaza, abarcaba calle Ponce,
Madero, y Plaza Principal, llamada los Portales Grandes, donde estaban las
caballerizas, y su casa la tenía ubicada en la Esquina de Escandón y Reyes, que
ahora es Cárcel Distrital y Oficinas Públicas de Rioverde. Y una hijastra del
referido capitán casado con don Pablo Verástegui.
Dado lo
pantanoso del terreno, la distancia tan grande que hay de un punto a otro, y
que además debía pasar dicho túnel debajo del lecho del Rio Verde es increíble
que se hubiese realizado esa construcción además no hay ningún otro indicio de
dichas excavaciones.
Cuando se
dio cuenta el Virrey, la identidad del jefe de los “Capas Blancas” y como la
repetida sociedad tenía un plan político, y que era el de entorpecer los
movimientos del ejército español, y ayudar a los ingleses a ocupar el lugar de
los ibéricos, era una agente a favor del imperio inglés.
El Virrey
hizo que lo eligieran Diputado a Cortes de Cádiz por la Provincia de San Luis,
cuando se dirigía a España ya recogidas las credenciales, invitado a una comida
por el virrey, fue envenenado y falleció a su paso por la Ciudad de México.
Su cuerpo
fue velado en la capital, en su casa de Argentina esquina con Guatemala, donde
se descubrieron después las ruinas del templo mayor azteca, a unos pasos de la
catedral metropolitana y del palacio nacional.
Fernando
Chavira Lopez.
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