lunes, 8 de abril de 2019

Sobre de quien reunio los dichos de "La Llave"


Jose de Jesus Alvarado Orozco
La Llave

Taller de Literatura: Casa Ramón López Velarde
Maestro, Juan Félix Barbosa Velázquez
15 de enero de 2019.
 José J. Alvarado

Hace algunos años existió en Rioverde un hombre conocido por su sabiduría natural, apodado “La Llave”; tal vez por ser la llave de la sapiencia ingeniosa y sencilla ante lo obvio, por sus frases se hizo famoso en esta región, como el Filósofo de Gûemes, en Tamaulipas. Buena parte de sus dichos eran originales, en la actualidad, integrados al habla común sin determinarse con exactitud cuales fueron de su autoría. Los pronunciaba con tal gracia que causaban hilaridad, los cuáles al ser replicados por sus amigos, le agregaban: “Como dijo la Llave”. Esta costumbre se perpetuó por años en conversaciones triviales. 

Su antagonista era la realidad de las cosas que no se pueden cambiar, pero día a día la derrotaba al aceptarla y burlarse de ella con sus expresiones.

Era un hombre moreno, canoso, caminaba tapándose del sol con un sombrero de ala corta; ebanista de profesión, de una inteligencia aguda y siempre con su sonrisa, refería: las maderas, son como las mujeres, unas duras, otras blandas, con diferente aroma pero tienen unas vetas que tenemos que encontrar y apreciar.

De él se contaban muchas anécdotas, como la vez que fue a la ciudad de San Luis Potosí, y al negársele la audiencia en palacio de gobierno les explicó a sus acompañantes: es que le gané la novia al señor gobernador; por eso me dejó de hablar. Después aprovecharon para acudir al cine Avenida, al ver el león de la Metro Golden Mayer, con el cual se iniciaba algunos films, exclamó. Vámonos, está película ya la vi.

Para regresarse acudió a la “Central Camionera”, que estaba en la colonia El Paseo.  Era cuando los “Autobuses Vencedor” no daban abasto ante la demanda de pasaje, los carros venían llenos. La gente se aglomeraba y pedía un boleto para Reyes, alguien más para Arista, otro para Juárez. Ante esto exclamó: bueno, tal por cual, pues véndame uno para Ávalos; puesto que él se llamaba Aurelio Ávalos.

Cuando don Aurelio era funcionario público le dijeron: Lo andan buscando de San Luis Potosí, con eso de la flora y la fauna; a lo que contestó: pues, la Flora anda de puta y a la Fauna ni la conozco. Acompañó a revisar un área afectada y le advirtieron: sólo que es un camino sinuoso y contestó: será sin uso.

Le gustaba la política así como la juerga cuando era peligroso divertirse en las cervecerías que se ubicaban en la calle Quesada, como Salón México, Salón Guadalajara, México de Noche, entre otros muchos, que les decían de manera despectiva antros, también llamada Zona de Tolerancia. Uno de sus amigos se quejó: unos borrachos me acaban de dar una golpiza. A esto contestó: pues toléralos, estamos en la Zona de Tolerancia.

Al desempeñar su función como director de Obras Públicas, le pidieron que levantara la barda del panteón municipal. Gasto inútil –respondió-, los de afuera no quieren entrar y los de adentro no pueden salir.

Comentarios sobre “La Llave” que han hecho a un servidor en el Blog.

Juan Jose Avalos Flores Todo un personaje mi tío Aurelio, hermano de mi padre Juan Ávalos Salas.

Un artista de la carpintería, un hombre que leía y se informaba de los acontecimientos locales y nacionales. Su revista favorita era "Siempre" de José Pagés, los periódicos que editaban en San Luis.

Cada etapa de vacaciones que iba de Tampico a Río Verde, vísitar a todos mis tíos, primos y sobrinos, era un ritual obligado, pero platicar con Don Aurelio era una delicia por nuestro interés, desde entonces, en la política.

Me invitaba a la presidencia municipal para hacer un recorrido a las oficinas públicas y para enseñarme los muebles que había hecho para el despacho del Alcalde o la sala de cabildo.

Una gusto recordar esas vivencias a lado de mi tio Aurelio Avalos Salas.
"La Llave" Aurelio Avalos Salas



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