No obstante las
autoridades le siguieron respetando el derecho de uso de las aguas, y el 11 de
julio de 1898 se expidió el Reglamento para la distribución de las aguas del
manantial de La Media Luna, situada en la hacienda del Jabalí, donde se
establecieron las porciones que les correspondían a los municipios de Rioverde
y de Fernández, así mismo se reconoció a San Isidro el derecho sobre el empleo
de las aguas para regadío o fuerza motriz.
La caida del agua hacía girar el dinamo con una rueda
pelton, de 80 caballos con el 50% de utilidad de la potencia de la caída, luego
se tendió la línea de conducción, se ramificó en el vecindario con tomas
limitadas a los más acomodados a la capacidad de la planta, que trasmitía
corriente a un alternador sistema Stanley de 1,000 lámparas, y en servicio 400
incandescentes, de las cuales 150 pertenecían al alumbrado público con un
costo de $1.25 al mes por lámpara de 40 wats, sin costo al municipio.
Fue hasta el 2 de abril de 1902, cuando la planta se inauguró
con la presencia del ingeniero Blas Escontría gobernador del
Estado. La instalación la supervisó la casa Braschi Hnos de México y quedó bajo
la dirección del electricista Manuel Leduc, con oficina en
2a de Moctezuma, denominada compañía de Alumbrado Eléctrico, S. A. De esta
forma Rioverde fue la segunda ciudad del estado con este beneficio.
Para 1906, el nombre de la planta era Compañía Eléctrica de
Rioverde, S.A., con un capital social de $50,000.00 pesos. La junta directiva
formada por un presidente Juan Pablo Alcocer; gerente
Francisco I. Martínez. La planta a 6
km de distancia al sureste de Rioverde, con un motor generador de 100 caballos
de potencia, que abastecía las poblaciones de Rioverde y Fernández y para el
abasto de molinos de nixtamal, ventiladores y otras industrias.
Don Juan Pablo Alcocer hizo constar
la cesión a la compañía con todas las construcciones, instalaciones, los
terrenos donde estaban los canales, así como la propiedad y uso de las aguas de
la corriente conocida con el nombre del brazo del Carmen, que decía de su
propiedad particular, que nacer en el ojo de agua que existe en la hacienda del
Jabalí y que se le conoce con el nombre de Media Luna; propiedades y derechos
que pertenecieron a la extinguida Cía. Eléctrica de Rioverde, S.A., a su
terminación pasaron a ser propiedades del dueño del rancho de San Isidro, Juan
Pablo Alcocer.
Lic. Jose de Jesus Alvarado Orozco
Fotografía; Juan González de Amadeus
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