EL ECOSISTEMA DE LA MEDIA LUNA; JORGE PALACIO NUÑEZ
A la gente de la región, principalmente a los campesinos, no les hace
ninguna gracia el sol, pero debemos recordar que este es un importante producto
comercial; precisamente, combinado con agua, es el secreto del éxito de
numerosos sitios turísticos en las costas mexicanas.
Se debe pensar en los visitantes externos, no en los habitantes locales; el hecho de que actualmente no haya árboles en las zonas propuestas no lo hace descartable para los güeritos a los que, junto con algunos morenitos de planta encerrado en la oficina, no les vendría nada mal una semana bajo el sol; algunos árboles darán suficiente sombra en pocos años.
La vegetación acuática de la Media
Luna es extremadamente frágil, por lo que no podría ser
peligrosa, pero no se debe olvidar que la profundidad natural de la laguna y
los canales, aunado a la usual dificultad para salir del agua, hacen que este
lugar sea francamente peligroso para infinidad de visitantes, sobre todo para
los niños. Con el público chapoteador por otros lados, el verdadero ecosistema
debe ser restringido sólo para los que sean capaces de apreciarlo y paguen por
visitarlo.
En la Media Luna
se puede pensar en incrementar el atractivo turístico a vez que programas
perfectamente bien orientados establezcan y hagan respetar las normas de uso
turístico ecológico; se puede pensar en incrementar la zona destinada al
turismo mientras se restaura el ecosistema original.
El respeto a la Media Luna
y la gestión enfocada a su conservación no deben ser olvidados nunca y, se debe
sancionar severamente a quien no cumpla con esto. Los daños ocasionados deben
ser reparados a la mayor brevedad; además de olvidarse para siempre de la
aplicación de pesticidas, también se debe olvidar para siempre la eliminación
de la vegetación tanto acuática como ribereña, y de cualquier modificación que afecte
al ecosistema.
SITUACIÓN GENERAL DEL ECOSISTEMA DE LA MEDIA LUNA; ENERO DEL 2006.
JORGE PALACIO NUÑEZ
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