martes, 5 de agosto de 2014

Las moliendas


ENTRAÑABLE RECUERDO: LAS MOLIENDAS
Parte 1 de 3

Eran las 10.30 de la mañana del día 8 de febrero de 1987 cuando el motor marca SUPERIOR  de un Pistón y de 150 caballos de fuerza emitió el último bufido cómo si fuera la última exhalación de algo que se negara a morir. Las catarinas y los rodillos dejaron de crujir y una tradición centenaria se acababa.
 La tristeza por el fin de esta industria sin ser expresada se sintió entre quienes nos encontrábamos allí en el último molino que hasta ese día había funcionado el de don Juan Verástegui López que cerraba sus puertas dejando sólo recuerdos de lo que fue la primera Industria Rioverdense y digo industria por que cómo ustedes saben el piloncillo no es más que el resultado de la deshidratación de los jugos de la caña de azúcar. Dicho de otra manera es quitarle el agua lo más que se pueda a los jugos (miel) pero hacer esto involucra un proceso sencillo que implica mucho trabajo y conocimientos.

En 1947.- Don Juan Verástegui López construye el molino de caña, que funciona por primera vez  en 1948

Podríamos decir que si queremos tener piloncillo, debemos tener cañas y para obtenerlas tendríamos que cultivarlas con cultivos tradicionales que aquí se practicaban. Se hacían en tierras profundas que retuvieran la humedad, e incluso hasta en Ciénegas. Se barbechaba pero en ocasiones con dos yuntas y dos yunteros, uno adelante para dirigir los bueyes y otro atrás que llevaba el arado[1] que generalmente era de tipo V0 fabricado en acero y que por los años 20 y 40 era de los más modernos para esta región pues había desplazado a el de madera (egipcio).

En el primer paso de yunta se sacaban unas lonjas grandes y húmedas de tierra por lo que era menester dejarlas asolear para que resecaran y luego pasar una o dos veces más el arado para desbaratar los terroncitos resecos, luego se habría el surco a 1.20 mts de distancia entre ellos y ahí era en dónde se tiraba la caña acostada en una cantidad de 2 a 3 toneladas por hectárea y se tapaba a fuerza de azadón, se abrían las regaderas trazándose las melgas, se levantaban los golondrinos (bordos para facilitar el riego) para que ya listo el lote pudiera ser regado. Esto si así se requería porque en ocasiones la alta humedad del suelo bastaba para que brotara la caña y algunas veces los surcos y regaderas en lugar de llevar agua servían para desaguar la tierra. De ahí en adelante la mayoría de los cultivos que se realizaban eran manuales y ya a los primeros brotes de caña cuándo estaba el pelillo se le daba el primer cultivo al que le llamaban el piquete que aparte que servía para oxigenar las raíces de la soca, desyerbaba a la planta, cómo a la caña de años que se llamaba soca y resoca.


Escrito por M. V. Z. MIGUEL ANGEL VERÁSTEGUI NIETO.Q.P.D.   



[1] El arado es un herramienta de labranza utilizada en la agricultura para abrir surcos y remover el suelo antes de sembrar las semillas; los hay de forma en V0. En los terrenos fuertes, difíciles y desiguales es preferible una yunta de bueyes, porque el buey está más dotado para resistir



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