Por
Pedro Luis Naif Chessani.
Según
su primer Director José de la Vega, señala en 1927, respecto al lugar en que
está la escuela lo siguiente:
“Rioverde
es seguramente, la mejor población agrícola del estado de San Luis Potosí; su
nombre se revela mejor cuando uno viene por primera vez a este lugar y asomando
la cabeza por la ventanilla del tren, se ve en el fondo el majestuoso río con
sus vegas esmeralda, erizadas de caña y un poquito más lejos, besando el panorama
de casas, los huertos de plátano y naranja.”
“Bonitos
edificios en realidad no los tiene Rioverde: es una ciudad vieja de estilo, de
jardines algo descuidados, de calles sin pavimentar y de mucho lodo en tiempo
de aguas.”
“Sus
habitantes unos seis mil, son generalmente agricultores y comerciantes;
cultivan caña, naranja, camote, cacahuate, maíz, etc. y se dedican al comercio
de exportación de esos mismos productos o algunos otros, gallinas
y madera por ejemplo”.
“Separada
de Rioverde por una sola calle, la de la Cortadura, está Ciudad Fernández,
población también grande y meramente agrícola.
Una
larga avenida, si así podemos llamarla; va de la plaza principal de una a la plaza
principal de otra y corriendo por ella, a muy diferentes velocidades, se ven
los vehículos particularísimos de esta región: las carretas de bueyes y los
solkies, aparte de un camión solitario y unos cuántos automóviles, dignos de
mejor pavimento.”
“Es
esta para los extraños, una región muy dura y aun para sus nativos; lluvias
fuertes 900 mm (1927), clima muy cálido (ha habido días que han pasado y hay
mucho mosquito y paludismo en grado alarmante; basta decir
que de los 45 maestros que estuvieron en los cursos de perfeccionamiento,
poquísimos se vieron libres de ese mal, ya fuera de regreso a sus lugares de su
trabajo y lo mismo debe decirse de los maestros y alumnos
de la Escuela”.
“El
elemento campesino alrededor de Rioverde es meramente agrarista; el principio
revolucionario de “tierras y aguas” ha tenido aquí una de sus mejores
realizaciones y ha sido en esas comunidades agraristas donde
la escuela ha tenido un vastísimo campo de acción para el desarrollo de su
labor social.”
El local de la Escuela Normal Rural.
Fue
una suerte para la escuela que le señalaran este local: su capacidad, sus
anexos, su situación en medio del campo, sus tierras, todo, en fin,
favorabilísimo para nuestros deseos de trabajar a base de “escuelas nuevas” Quiere
uno sentirse aquí en las escuelas de Decroly, de Vasconcelos, de Tagore, etc.
El
edificio fue construido en los últimos años del General Díaz y entiendo que con
sus anexos costó cerca de 200,000 pesos. Sirvió al principio y se construyó
exprofeso, para Estación Agrícola experimental, que funcionó hasta 1921.
Fue
luego Escuela Granja de 1922 a 1923, en que se clausuró; conseguida su reapertura,
funcionó parte de 1924, quedando luego abandonada por espacio de dos años,
hasta que obtuvo el acuerdo relativo a que se destinara a Normal Rural.
Siendo
Escuela Granja estuvo muy bien dotada: suficiente y acondicionado mobiliario,
luz eléctrica, teléfono, buena instalación de bombas para riego, bastante
maquinaria moderna para demostraciones y trabajos agrícolas, una vasta
biblioteca, etc.
El
pensamiento, sin duda, de no volver a utilizar el edificio, dio origen a la
orden de venderlo todo, de regalarlo todo más bien, pues no de otro modo puede
llamarse una venta hecha con el 75 u 80 por ciento de pérdida: camas a
cincuenta centavos o regaladas, un aeromotor en doscientos pesos, etc.
Volviendo
al edificio, la fotografía dará idea de lo elegante que es y de lo amplio:
aproximadamente 20 salones, amplios como el edificio en general, muy bien
ventilados y de muy buena iluminación.
Algo
de deterioro por los dos años que estuvo abandonada, vidrios que faltaban y que
fueron robados en esa época, las paredes algo deslucidas: en suma, una pequeña
cantidad y la escuela volvería a tomar su aspecto flamante.
La
escuela está a 1,000 metros, un poquito más sobre el nivel del mar, en un suelo
muy arenoso, que impide en tiempo de lluvias la formación de lodazales.
La
Escuela tenía, en tiempos de la Escuela Granja, 150 hectáreas de terreno
cultivable, de las que no se dejaron a ésta Normal más que 38, extensión que
fue reducida en estos días a 10, por ventas que de los terrenos está haciendo
el Gobierno del Estado.
La
escuela está a 8 kilómetros de Rioverde, en realidad, pero con motivo de las
lluvias y en todo el periodo de mayo a octubre, hemos necesitado ir a esa
población dando un gran rodeo de 12 kilómetros aproximadamente.
En
febrero decía el director de la Vega: Cuando vine a instalarme aquí y a dar los
pasos necesarios para el establecimiento de la Normal Rural, daba tristeza ver
el enorme caserón, ”EL PALACIO”, como le llaman los antiguos peones de la
Agrícola Experimental ,en ruinas, como esas viejas haciendas abandonadas por
sus dueños en días de la revolución.
Tres
presos prestados por la Presidencia Municipal de Rioverde, sacaron basura y
desempolvaron a la ligera las paredes de los salones y el aseo de vidrios y
limpieza escrupulosa la hicieron alumnos y maestros.
Los
alrededores donde estaban parcelas de hortalizas, jardín, campos de juego,
estaban cubiertos de maleza hasta a los lados del propio edificio. Pero
dice de la Vega: fue que no había mobiliario y menaje de cocina y tuvo que
buscar apoyos.
Reclutamiento de alumnos
Hacía
mucho tiempo que no había escuela primaria en ese lugar por lo que muy pocos
alumnos podían reclutar y el Director José de la Vega y los maestros, se dieron
a la tarea de ir a las escuelas superiores de Rioverde y Ciudad Fernández y
convencer a padres y sus hijos.
Y
señala como buenos amigos de la Escuela Normal Rural a la Srita. Profesora Rosa
Mata y señor profesor Antonio Soto.
Hubo
necesidad de que De la Vega se dirigiera a los señores inspectores Instructores
e hizo reiteradas súplicas a los Presidentes municipales de casi todo el Estado
explicando los fines de la escuela y las buenas condiciones en que podían venir
los jóvenes de esos lugares que sintieran alguna vocación del magisterio.
Lograron
se enviarán jóvenes representativos de los municipios de tancahuitz,
Tamazunchale, Santa María del Río, Valles, Cerritos, Cárdenas, San Ciro, Ciudad
Fernández y Rioverde.
Se
aceptaban varones y señoritas que cumplían los requisitos especialmente la
vocación por la carrera de maestro y el de pobreza. En
el primer semestre hubo una inscripción de 15 señoritas y 26 varones y solo presentaron
examen 36 por selección alumnos.
Apertura de clases
Fue
el 1 de marzo 1927 a las 6 am cuando se iniciaron las clases, estando presentes
los tres maestros que tenía entonces la escuela: Profesor Alfredo Aldana, Señor
Francisco Chessani y Don José de la Vega. La primera clase fue la de
Agricultura impartida por Don Francisco Chessani.
En
la noche inauguraron la Escuela Nocturna para adultos con muy buena asistencia.
El Director de la Vega afirma que los alumnos tienen la virtud de ser
marcadamente muy pobres; carecían de camas y todos durmiendo en el suelo.
Prestó
gran apoyo la Dirección de Educación Federal con pizarrones, lápices, libretas,
gises libros, etc. Igualmente, la Dirección de Misiones culturales dio un
excelente apoyo.
Organización de la Escuela
La
Normal Rural de Rioverde trabaja a base de hogar y de libertad, lo que ha
servido para construir una gran familia, en que al lado de la confianza figura
el respeto mutuo.
Los
alumnos toman parte en las faenas domésticas como traer agua, barrer, servir la
mesa, etc., haciéndolo con dignidad.
Se
estableció una reglamentación no rígida para que el trabajo sea equitativo y
ellos mismos nombran a sus jefes.
La hora del aseo es a las seis horas de
preferencia. El número de maestros subió a cinco, y dice De la Vega: todos vivimos
dentro de ella o en sus anexos con nuestras familias que forman parte también
de la escuela.
En
lo que toca a la parte meramente escolar, cada Maestro de materias generales ha
tomado a su cargo las asignaturas en que está mejor preparado; El Señor Lozano
tiene a su cargo aritmética, geometría, estudio de animales,
caligrafía y dibujo; La Señorita Isabel Padilla tiene lenguaje, ciencias
sociales, higiene y economía doméstica.
El
Profesor de la Vega daba principios de educación y conocimiento del niño,
técnica de la lectura y la escritura y estudio de la vida rural, aparte de la
dirección de la práctica de los alumnos en la rural anexa.
En
las materias especiales eran: El Sr. Francisco Chessani tiene prácticas
agrícolas, industrias rurales y crianza de animales; el Sr. De la Huerta,
cultura física y trabajos manuales, canto y se daba pequeñas industrias.
Las
clases empezaban 1 de marzo y terminaban el 15 de diciembre, empezando las
clases desde las 6 a.m. hasta las 20.30 pm. Había además Nocturna anexa.
La
enseñanza agrícola era muy importante, ya que había 38 hectáreas de tierras de
cultivo, la mayor parte dadas en medianía para cosecharlas y sólo 3 hectáreas
que se dedicaron a siembra de maíz, siembra hortalizas y el campo de fut bol.
Fue
nombrado profesor de agricultura el Señor Francisco Chessani, antiguo empleado
de la Estación Agrícola y de la Escuela Granja, y que nos ha sido muy útil
debido al conocimiento que tiene del lugar y de sus cultivos.
Los
grupos de maestros y alumnos iban a los ejidos y comunidades a llevar
conocimientos, llevar libros y actividades artísticas.
En
esta escuela se graduaron como Maestros Rurales la Srita. Anita y Martita
Chessani, Juan Chessani Martínez y otros personas como la Maestra Mena de
Zavala y se comentaba que ahí estudió Erick del Castillo.
Fuente
del trabajo: Libros de Misiones Culturales. Escuela Normal Rural de Rioverde,
S. L. P.
Fecha
de fundación marzo de 1927. Director José de la Vega.
Fotografia: Archivo Historico de Ciudad Fernandez
Soli
Deo Gloria
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