Incursiones de los frailes y fundación de Rioverde A partir de 1542, fray Juan de San Miguel inició la evangelización de la zona de Querétaro y el Río Verde.
Era guardián
del convento de Acámbaro y de ahí salió hacia lo que ahora es Querétaro y luego
a la Guachichila.
Le
acompañaron muchos indios, uno de ellos el sacristán Pedro Vizcaíno, que en
octubre de 1597, siendo ya gobernador de Xichú, declaró que esta entrada se
había hecho hacía más de 50 años.
Y agregó que
después de tomar posesión vino fray Juan a Xichú, pero volvió luego a
Izcuinapan, dejando al mismo Vizcaíno y otros muchachos por ser pequeños,
partió “y con él fueron algunos indios ya grandes, y fue al Río Verde y anduvo
toda la tierra adentro”.
Según lo
refiere Primo Feliciano Velázquez y señala que, terminó Vizcaíno su declaración
diciendo que a la iglesia de San Miguel llegó fray Bernardo Cossin, que la
construyó en forma e hizo el monasterio; “y habiéndolo labrado, entró al Río
Verde y su comarca, y con él, por intérpretes Alonso Carava y Juan Guarchecha,
y bautizó mucha gente.
Y de allí a
tiempo salió y volvió a su guardianía de San Miguel; y habiendo descansado
algún tiempo, volvió a entrar la tierra adentro, y vino por este pueblo de Xichú,
y de aquí corrió la tierra y nunca más volvió, porque dicen lo mataron los
indios de guerra”.
En esos
tiempos se fue creando una división en el seno de la Provincia de México, por
el ascenso a los cargos dirigentes de la misma por parte de los criollos, lo
que representó para la sociedad novo-hispana un triunfo, que formó estrechos
lazos entre los intereses de los criollos seculares y los criollos agustinos.
Siendo en
esta Provincia donde en 1581 es elegido Prior Provincial el primer criollo
entre todas las Órdenes, Fr. Antonio de Mendoza, y desde 1596 sólo criollos se
alternarán en el provincialato.
Como
consecuencia, desde 1593 empezaron las negociaciones, por parte de un grupo de
frailes, la mayoría españoles, para separar la parte de la Provincia
correspondiente a los obispados de Michoacán y Guadalajara.
Una vez
separada la Provincia de Michoacán de la de Guadalajara, ya no había dónde
poner más conventos por estar cercada al Norte por la Provincia de Zacatecas;
al Oriente la Provincia de Santo Evangelio; al Poniente la Provincia de Xalisco
y por el mediodía el Mar del Sur y Partidos y Beneficios de Clérigos, por lo que
era necesario buscar una salida.
Esta salida
la descubrió el V.P Fr. Juan de Cárdenas, nativo del pueblo de Santiago de
Querétaro, del linaje de los Cárdenas, familia ilustre y opulenta.
Sus padres
tenían muchas haciendas de ganados mayores y menores en algunos sitios del Río
Verde.
Con ayuda de
sus padres y parientes, el Venerable Padre Cárdenas, insigne maestro de la
lengua otomí, se fue introduciendo con la predicación apostólica por todas las
naciones y pueblos de este idioma, hasta llegar a la cabecera de Río Verde,
donde redujo a la fe de Cristo a innumerables gentiles.
Allí se
detuvo a fundar el pueblo de Santa Catharina Virgen y Mártir (actual Rioverde)
y construyó un convento regular. Desde este sitio, el V.P. Cárdenas incursionó
entre las naciones bárbaras del entorno, aprendiendo su idioma a la perfección,
por lo que no le fue difícil evangelizar a estos gentiles.
Ya cargado
de años se retiró al convento de Tzintzuntzan, donde murió durante una epidemia
de peste. Fue muy llorado por los indios que lo honraban y querían como a un
padre.
Pedro Luis Naif Chessani; Contador Público y Abogado
Atte. R2D2
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