Pedro Luis Naif
En la calle de Reyes, esquina con Quezada, existía una cantina llamada, “El Atorón”, propiedad de un Sr. Martínez.
Por la calle de Reyes
era tradición, ver pasar los cortejos fúnebres que se dirigían hacia el Panteón
municipal, ubicado al final de esa calle, casi llegando al Río Verde.
Cierto día
estaban “conbebiendo” o conviviendo algunos amigos Rioverdences, entre ellos La
Llave; al ver pasar el sepelio, comenzaron las preguntas sobre quién era el
muerto. Alguno, opinó que era Juan Rodríguez, otros que era Juan Sánchez, otro
terció al decir que, era Juan Pérez. Cuando le preguntaron a La Llave quién era
el muerto, contestó con toda la agudeza y sentido común: “Yo calculo que es el que
va en la caja”.
Fotografía: Lic. Elena Rodríguez de la Tejera
Atte. R2D2
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