sábado, 15 de enero de 2022

Anécdota del “coche enganchado” …

 

Al concluir sus actividades del día, La Llave abordó su automóvil Opel,

de aquellos años e inmediatamente lo encendió. Se dirigió, lo más pronto

posible, rumbo a una comunidad, pero al ver por el retrovisor que,

insistentemente lo seguía un VW que le iba sonando, repetidamente,

el claxon, pensó que le hablaban y aminoró la velocidad.

 

El coche seguía tocando escandalosamente el claxon y seguía muy pegado al auto del profesor, y éste hundió el acelerador para alcanzar una velocidad de

80 km x h, pero el VW seguía pegadito, pegadito y siguió acelerando

hasta alcanzar los 120 km x h y el VW atrás, muy pegado; el conductor

encendía repetidamente las luces, pitaba, sacaba la mano por la ventana

y le hacía señas al profesor, que viendo todo esto por el retrovisor,

consideró prudente orillarse, tomó su carril derecho pensando que

trataban de rebasarlo pero, el VW seguía pegadito, las luces igual, el

sonido insistente del claxon y las señas.

 

Llegó el aburrimiento y el enojo del profesor, que una vez que detuvo su Opel, le dijo al otro conductor:

“Pos, bueno, pues qué quiere o porque me sigue. Ya hasta me orillé y

usted me sigue y sigue.

 Me hace señas, enciende las luces. El del VW contestó: “mire, profesor, yo lo que quiero decirle es que tray ganchada su salpicadera con la mía”.

Fotografía: Lic. Elena Rodríguez de la Tejera

Atte. R2D2

 

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