Una gran
necesidad del país
Es la de
hombres que no se vendan ni se compren
Hombres que
sean sinceros y honrados
En lo más
íntimo de sus almas.
Hombres que
no teman dar a los errores
Los nombres
que les corresponde.
Hombres cuya
conciencia
Sea tal leal
al deber
Como la
brújula al polo.
Hombres que
se mantengan
De parte de
la justicia
Aunque se
desplomen los cielos.
Anónimo
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