A mediados del siglo XVI se descubrieron las minas de plata
de Zacatecas, y con ello una nueva avanzada en la conquista española del
territorio se abalanzó sobre el altiplano mexicano. Así les fue. Encontraron
una resistencia nunca antes vista por parte de los indígenas. A diferencia de
las culturas del sur, los norteños eran nómadas y salvajes, pero con una gran
capacidad para la guerra. Se les denominó genéricamente como “chichimecas”,
pero pertenecían a una gran diversidad de pueblos. En esta zona del estado
predominaban los guachichiles, mientras que en la zona media los pames.
MayoCapitan
La Guerra Chichimeca duró oficialmente cuatro décadas, y
quizás haya sido la más cruenta y costosa que haya existido en el proceso de
colonización. No se sabe cuántos muertos hubo, pero tal vez hayan sido millones
entre ambos bandos. Al final fue un capitán mestizo, Miguel Caldera, el que
encabezó una estrategia de pacificación centrada en la diplomacia europea,
creando alianzas, así como tácticas tipo “divide y vencerás” que tan bien le
habían funcionado a Hernán Cortés, aprovechando los grandes antagonismos (y
protagonismos) entre los pueblos originales. Junto a él, comparten créditos
Fray Diego de la Magdalena y Don Juan de Oñate.
MayoChichimeca
El Capitán Caldera es sin duda el personaje más interesante
de nuestra historia. Se le atribuye el descubrimiento de las minas de San Pedro
(dicen así las bautizó por el nombre de su padre, pero así se llamaban también
otros cuatro descubridores de las minas, vayan ustedes a saber) y una leyenda
afirma que dejó enterrado un inmenso tesoro en el cerro que hoy lleva su nombre
y que luego acabaría en las supuestas catacumbas de la ciudad (como si fuera
París). Alguna vez empecé a escribir una novela sobre el tesoro, pero quedó
incompleta, como todo lo que hago.
Que es real ?
25 de agosto 2017
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