Cuentan que en una ocasión que
estaba el ambiente muy alegre y bien animado el baile, comentan que llego un
hombre e invito a una de las damas a salir a la pista a bailar;
todo estaba muy
alegre hasta que se dieron cuenta de que esa persona tenía una pata de gallo y otra de cabra;
desde luego la
gente se espantó, grito, corrió y de repente este personaje desapareció; esa
noche el ambiente termino con un sabor amargo de los parroquianos.
Agradecemos a nuestro amigo
Rioverde según yo por permitirnos compartir esta historia
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