UNA
LEYENDA DE LA ESCUELA PREPARATORIA DE RIOVERDE S.L.P.
DOÑA
PACITA
1ª de 2
partes
Aquella apacible tarde de Julio, pardeando
ya, a esa hora en que se ha dado en llamar la hora cero, cuando estás entre la
oscuridad y el día, en un caluroso verano, esperando en la salida de donde se
encontraba la Dirección, en aquel entonces, la llegada del Director, Lic. Rocha
la vimos llegar... entrar por el portón, que era la entrada habitual de
alumnos, cuando todavía la Preparatoria de Rioverde tenía sus puertas abiertas
a toda hora. Como era época de vacaciones solamente nos encontrábamos en la
escuela Don Güero, que así llamaban al inolvidable conserje Don Pepe, Chayito,
la tesorera y bibliotecaria y yo.
-
Señora, ¿a dónde va?, ya vamos a
cerrar, no hay nadie.
Impasible, la
frágil señora que avanzaba extrañamente, como si flotara, vestida a la antigua
usanza de las viejecitas falda larga, un mandil largo también al tobillo y un
rebozo, no se dignó contestarnos.
Corrimos
rápidamente y la vimos seguir por el pasillo de entrada, le hablamos, pues
estábamos a punto de cerrar. Chayito se fue por el pasillo entre los salones y
yo salí por el lado del portón, allí iba, etérea, frágil, ubicua, extraña...
-
¡Señora! - La llamé.
No contestó, llegó
a donde se encuentra actualmente el local de nuestro tradicional Don Vale y la
perdí de vista.
-
-¿se regresó? Pregunta Chayito.
-
no, se fue para donde tú ibas,
-
no, yo ya no la vi.
-
¿en dónde está entonces?
-
Quien sabe, pensé que se había
regresado.
-
¡qué raro!
Nos regresamos a la
Dirección a esperar al Lic. Rocha para las firmas sin darle mayor importancia.
-
-Oiga, pregunta don Pepe
-
-¿Qué anoche vieron a la señora?
-
¿cuál señora?
-
La que entra aquí
-
Sí, vimos que entró una señora,
pero no nos dimos cuenta a qué horas salió,
-
- es que no salió
-
¿cómo?, ¿se quedó encerrada toda
la noche?
-
No, no es eso, es que....
-
Es que, ¿qué? don Pepe.
-
Es que.... esa señora ya no sale,
sólo se le ve entrar, pero no salir.
-
Ay don Pepe, ahora nos va a decir
que hay fantasmas
-
No creo que sea fantasma, porque
es bien real, pero no sale y se pierde en el cruce de los pasillos.
-
A poco....
-
Pregúntenle a Manuel González y a
los de humanidades, a ver que les dicen...
Manuel y los de
humanidades sí pensaron que era un fantasma, cosa que nos pareció de lo más
atrevida, ellos incluso la habían visto varias veces, me platicaron, yo creí
que andarían tomados o algo así o que era broma, no les creí.
Pasó algún tiempo y
por causas del destino me fui a vivir por el rumbo de la prepa, un rumbo muy
apacible entre semana, estudiante (él era uno de los de humanidades, el que
menciono al principio) llegó a ver a la señora, pero que también se le hizo muy
natural, pues vista de lejos la señora así parece, hasta esa infernal noche de
luna llena, muy cercano el día de muertos, en que dijo:
-
¡a caray!, quienes serán esos que
vienen allí, si la fiesta de muertos es hasta mañana saliendo del Tenorio-
-
¡oigan, balines, se equivocaron,
la fiesta es hasta mañana!
Por única respuesta
obtuvo la extraña sonrisa cadavérica de la señora, su latinajo, dos pares de
ojos rojos chispeando y un raro silbido, saliendo de la lengua bífida de la
extraña aparición, que desde entonces don Santos, mi hija Rebeca, Ricardo
Castillo y yo, y otros hemos visto en noches iluminadas por el resplandor de la
luna en la cancha de la escuela y no precisamente jugando básquet.
Actualmente aparte
de mí y de don Santos, ya la viejecita no se ha dejado ver; pienso que es como
castigo, primero, por la osadía de don Santos y luego porque yo, con mucho
temor me le acerqué, cierta calurosa tarde de Julio (me pregunto por qué le
encanta salir en vacaciones), otra vez al anochecer y le dije Oiga señora, no
sea malita, si es usted fantasma, dígame en donde está el tesoro..... Aquella
viejita, recurrió nuevamente a su gran “performance” de “doña Pacita y su
infernal plegaria,” en donde por supuesto tuve que salir aterrada y huyendo
hacia la Dirección, ante la insólita mirada del Dr. Harmodio González, que era que
para entonces era el Director y me vio venir corriendo a toda prisa, quien me
preguntó.
esperen mañana la segunda parte de la leyenda y la rvelacion del nombre de la escritora
¡Ya quiero leer la segunda parte!
ResponderEliminarMañana pasaremos la segunda parte
Eliminar