El sereno
era el personaje encargado de vigilar las calles y regular el alumbrado
nocturno (lámparas de aceite, cebo o queroseno) y en algunos casos abrir las
puertas (por lo que le encargaba la custodia de las llaves). Solía ir armado
con una macana y usaba un silbato para dar la alarma en caso necesario. Además,
daba anuncios de la hora, el clima, protegía de robos y procuraba mantener el
orden. Los primeros serenos se documentan en 1715.
Se dice que
cuando daba la media noche gritaba “las doooce y tooodo sereno”, posible razón
de su nombre. Lo cierto es que su presencia daba tranquilidad a los vecinos
para que pudiesen dormir… y cuando alguna persona desvelada veía algo a
distancia sin reconocerlo totalmente exclamaba: “Será el sereno, pero no se ve
su linterna”. Por lo que la expresión coloquial, se refiere a un momento de
incertidumbre y se utiliza cuando las razones no nos terminan de convencer.
¡Aunque usted no lo crea!.
Atte. R2D2
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