martes, 19 de octubre de 2021

Los Verastegui de RV. 17ª. Parte – y Doña Inés Navarro “La Bruja” del Jabalí.

 Ma. Teresa Verastegui Nieto; 

José María Verastegui Suarez murió en 1923 cuando se dirigía a Saltillo. Sus restos descansan en el monumento Funerario erigido a su hijo Jacobo, resalta la imagen de la doliente sentada a los pies del monumento, las dolientes casi siempre son representadas como mujeres adolescentes, se localiza en la esquina con la calle 3 del Cementerio Del Saucito, en San Luis Potosí. 21

 

La Doliente

 La hacienda del Jabalí pasó a manos de Doña Inés Navarro, que tenía 46 años al quedar viuda, cómo sus hijos tenían sus propias tierras, ella sola administró la hacienda.

Lo hizo con mano dura, exigiendo a los trabajadores que rindieran en sus trabajos, rompió con muchos esquemas y mitos que existían referentes a la mujer de esa época, es por eso que le apodaban “la Reyezuela” También le apodaban “bruja” y es que se rumoraba que practicaba la brujería.

Doña Inés demostró ser una mujer de carácter enfrento litigios en defensa del manantial de la Media Luna y los gano siendo asesorada por su hijo Franco.

Estos son los antecedentes de por qué doña Inés Navarro tuvo que enfrentarse con litigios sobre las aguas del Manantial de la Media Luna. La historia de la hacienda comienza en el año de 1730 cuando del capitán Don Bernardo Lasso de la Vega y Ponce de León compro la estancia de Nuestra señora del Rosario y poco a poco también las propiedades las propiedades colindantes, formando con ellas la hacienda del Jabalí, quedando dentro de su perímetro el manantial de la Media Luna.

El anterior propietario no utilizaba el agua de la Media Luna, porque dedicaba las tierras a la cría de animales. 

Pero al pasar la propiedad a don Bernardo, él se dedicó a cultivar caña de azúcar utilizando el agua de la Media Luna para regar sus plantaciones. 

El agua del manantial fue mercedada por el virrey Don Juan de Acuña. Tomando en consideración que el agua venía de una propiedad particular, el virrey dispuso que se repartiera equitativamente entre el dueño de la estancia, los vecinos de la Villa del Dulce Nombre de Jesús y los indios de Rioverde quedando en calidad de una acequia secundaria.

Como la inconformidad de los habitantes de la villa continuo se celebró un nuevo contrato o convenio en 1791.

El contrato de reparto de aguas del manantial de la Media Luna de 1791 subsistió durante todo el siglo XIX, hasta la década de 1890 en que fue preciso modificar sus términos.

Una de las razones fue que la entonces propietaria de la hacienda del Jabalí, Inés Navarro viuda de Verástegui, pretendía desecar parte del manantial de la Media Luna con el fin de incrementar sus tierras de cultivo.

                                          Exhacienda del Jabali

Los principales dueños eran la hacienda y la Villa de Santa Elena, mientras que el aprovechamiento del pueblo de Rioverde quedó en calidad de una acequia secundaria.

Inés Navarro de Verástegui, estableció en la hacienda uno de los ingenios más modernos de la zona de Rioverde. Es muy posible que ello tuviera relación con el afán de aumentar sus tierras de cultivo.

 Lo que dio como resultado una etapa de gran conflictividad cuyo desenlace fue un nuevo arreglo para el reparto del agua.

El siguiente es un escrito que aparece en el periódico “El Estandarte” en el año de 1899.

“LA CUESTIÓN DE AGUAS EN RIOVERDE” En la Cd. De San Luis Potosí el día 22 de 1899 compareció el Lic. Don José López Moctezuma  y dijo que con el carácter de apoderado general de los Señores, José Núñez,  Eusebio  Quezada, Margarita Romero, Remigio y Trinidad Castillo, Pedro Aguilar, Cornelio Nieto, Francisca Pro Vda. de Hernández, María  Cleofas  Zamarrón, solicitan  que se modifique el contrato celebrado en agosto de 1895 a fin de dar término a las diferencia que se han suscitado entre los propietarios de terrenos de regadío de la hacienda del Jabalí, Rioverde y de Cd. Fernández para el uso y aprovechamiento de las aguas provenientes del Manantial de la Media Luna.

Don José solicita una copia protocolizada de la minuta que escribió Franco Verástegui cómo apoderado de la Sra. Inés Navarro Vda. De Verástegui dueña de la hacienda del Jabalí cuya minuta es autorizada por el Dr. Javier Gallardo, presidente en turno del R. Ayuntamiento.


                                      Templo de la exhacienda del Jabali

La finalidad era acordar en forma definitiva los términos del nuevo contrato que se protocolizó en agosto de 1899.

Refiriéndose a doña Inés cuentan una leyenda llamada “La Dama del Jabalí”. Que dice que Inés era una mujer de extraordinaria belleza y talento, cautivo a los criollos en las veladas, donde asistían militares, hacendados y comerciantes, todos estaban sorprendidos por su destreza en el arte de adivinar y otras suertes.   

Romualda, el ama de llaves de Inés decía que: su patrona era blanca, pelo ondulado, un poco gruesa, nariz respingada, pómulos salientes ojos borrados grandes y vivarachos.

Los peones de la Hacienda decían que predecía el futuro con el don de la ubicuidad y la clarividencia: -oye simón, ayer te llevaste cuatro colotes de mazorcas. –No, patrona. Cómo que no, si yo te vi. Te metiste por el canal y saliste por las trojes.

Las actividades de doña Inés se tornaban sospechosas ya que fabricaba pócimas y conjuros.

Cuando la dama del jabalí visitaba el pueblo, llegaba en una calesa negra, arrastrada por dos caballos corriendo a galope, se transportaba al edificio que ocupa el hotel “Santander” que era su casa en dónde pasaba temporadas.

En 1903 Inés murió de pulmonía. Se inhumó en el mausoleo de la familia que está en el panteón del Saucito en San Luis Potosí.

Pero su espíritu, en otra dimensión, regresó para siempre a la casa del Jabalí. Dónde en la noche se materializa ante los ojos de los humanos, son muchas las personas que la han visto recorriendo la hacienda. 22    

Bibliografía:   

21.- Un recorrido por el cementerio del Saucito Adriana Corral Bustos, David E. Vázquez Salguero)

22.- Prof. Ma. Guadalupe Cabrera Flores borrador de Lic. Amando Alvarado.

Fotografia: Lic. Elena Rodriguez de la Tejera

Atte. R2D2

 

 

 

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