1606 - El Valle del Rio Verde estaba en manos de los españoles en
virtud de mercedes reales, Ortiz de Fuenmayor dotó a los naturales del lugar de
tres leguas de tierra a cada viento, nos lleva a presumir que ya existía un
núcleo de población indígena, esta merced quedó aprobada por el marqués de
Cadereyta en 1637.
Vista área de RV
Para cumplir la concesión que el capitán Gabriel Ortiz de
Fuenmayor había otorgado a los indios de Santa Catarina del Río Verde, Fray Juan
Bautista de Mollinedo notifica al español Cristóbal de Solana, que no
mortifique a dichos naturales y que tampoco invada sus tierras, comprendidas a
tres leguas a la redonda del pueblo. (ACE. Pág. 163.)
1607 - Se encontraba nuevamente en el valle de Río Verde, fray Juan
de Cárdenas (Hno. de don Luis de Cárdenas), acompañado de fray Juan Bautista de
Mollinedo, escogiendo los lugares donde podían establecerse las misiones
(señalada en el lugar actualmente conocido como el Ojito atrás del mercado de
Ciudad Fernández), construyeron iglesias de “bareque”. (17)
Ciudad Fernández
1609 - Don Luis
de Velasco, virrey de Nueva España, cancela todas las mercedes que hasta la
fecha se habían concedido en los ribazos del Río Verde, y su comarca por
estarse asentando un pueblo de colonos españoles. (Con el nombre de Santa
Elena). (18)
Templo del Dulce Nombre de Jesús y Santa Elena
Fotografía: Hist. Sergio Alejandro Ramirez
1612 - Se concedió el real permiso para la fundación de las
misiones (después custodia) de Santa Catalina Virgen y Mártir de Río Verde, en
la que se ordenaba a don Diego Fernández de Córdoba, marqués de Guadalcazar, y
virrey de la Nueva España, que hiciera lo necesario para el buen servicio de su
majestad. Enseguida el Virrey ordenó al provincial de la orden, fray Diego
Muñoz que saliera a hacer el reconocimiento de dichos lugares para hacer la
reducción y conversión de los indios.
Don Diego Fernández de Córdoba marqués de Guadalcazar, y virrey de la
Nueva España
El capitán Don Pedro de Salazar,
practicó inspección y se dirigió a Río Verde, donde se hallaban los indios
coyotes.
Allí se llevó a cabo una mayor celebración de bautismos. Durante su
expedición don Pedro, supo de la existencia de muchas rancherías dispersas en
la región y la necesidad de fundar una villa de españoles (lo que posteriormente seria la Villa de Españoles del Dulcisimo Nombre de Jesús y Santa Elena, hoy Ciudad Fernandez):
“que sirviera como
centro de vigilancia y para la fuerza militar”. Al terminar su recorrido, los
que lo acompañaron volvieron a subrayar la importancia de crear una villa de
españoles.
razón por la cual “coincidieron en que debían suplicar al Virrey que
fundara una villa española en el valle de la Laguna de las Vegas, a orilla del
Río de Los Morales por estar en medio de todas las rancherías. También se
observó la necesidad de asignar a cada vecino español una ranchería, a fin de
que la protegieran y aprovechara los servicios de sus habitantes. (19)
1.- Nota: esta síntesis basa su
información en el libro “Cronología de Rioverde” de José de Jesús Alvarado
motivo por el cual cuando EL cite a otro autor siempre le antecederá el no. 1.
1. (17). Inocencio Noyola. La
Custodia Franciscana. Ibídem. Pág. 48. Cita a Lino Gómez Canedo Sierra Gorda,
un típico enclave misional en el centro de México (siglo XVII-XVIII) Pachuca,
Centro Hidalguense de Investigaciones Históricas, 1976. Pág. 19.
1. (18). Jesús Motilla Martínez.
Administración Pública en la Ciudad de San Luis Potosí, a fines del siglo XVIII
y Principios del XIX. Ib. Pág. 27.
1. (19). Inocencio Noyola. La Custodia Franciscana. Ibídem.
Pág. 51 y 52. Cita a W. Borah. “Un Gobierno provincial de frontera en San Luis
Potosí (1612-1620)”. En Historia Mexicana. Vol. XIII Núm. 4 (52) abril-Junio,
16244. Pág. 543, 544. Y a Lino Gómez Canedo Ibídem. Pág. 20-21.
Fotografía: Lic. Elena Rodriguez de la Tejera
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